La Coordinadora Ecologista de Asturias ha anunciado que va a presentar alegaciones contra el proyecto para engordar truchas arco íris reo en el Puerto de El Musel, por los peligros medioambientales para el entorno, al estar considerada una especie invasora, y por los posibles riesgos para la salud debido a la contaminación de las aguas portuarias. Los ecologistas consideran que el escape de algún ejemplar podría dañar la población de salmones en los ríos asturianos y que la calidad de las aguas de El Musel no es adecuada para cultivos marinos.

El Boletín Oficial del Principado (BOPA) publica hoy el anuncio del inicio del periodo de información pública por 30 días naturales de la solicitud administrativa y estudio preliminar de impacto ambiental para el cultivo marino de engorde de oncorhynchus mykiss (reo) en aguas del puerto de El Musel.

“Nos ha sorprendido que la Dirección General de Pesca Marítima del Principado continúe el proyecto de engorde en el puerto del Musel de la trucha trucha arcoíris, cuando estamos hablando de que el Musel es un lugar de muy mala calidad de las aguas, que no presagia nada bueno sanitariamente para los peces que vivan en su entorno ni los cultivos que se puedan realizar en sus aguas”, señalan los ecologistas.

La Coodinadora Ecologista de Asturias apunta que la mala calidad de las aguas de El Musel tiene que ver con su condición de puerto granelero, como “se aprecia con las manchas de carbón en gran parte de las playas de alrededor”, por los vertidos accidentales de los barcos en el puerto y la actividad industrial de los muelles “que se van a agravar cuando entre en marcha el desguace previsto”.

El grupo ecologista agrega que el puerto gijonés está rodeado de zonas también contaminadas como la ría de Aboño, que vierte en sus proximidades. que recuerdan que las analíticas realizadas en la ría de Aboño por la Confederación Hidrográfica del Cantabrico señalan que en sus aguas están presentes contaminantes como acenafteno, acenaftileno, cobre, amoníaco no ionizado, amonio, antraceno, cadmio, cianuros, fluoranteno, fluoreno, hidrocarburos, nitritos, pireno, plomo, selenio y zinc. Los ecologistas especifican que los niveles de Amoníaco no ionizado, Amonio total, Nitritos y Zinc “superan los niveles aptos para la vida piscícola”.

A todo esto, el portavoz de la Coordinadora, Fructuoso Pontigo, añade que “recordamos que hoy o por hoy, en Gijón, se siguen sin depurar gran parte de las aguas residuales urbanas que son vertidas al mar sin tratamiento alguno en la zona este” del concejo.

Además del inconveniente sobre la calidad de las aguas portuarias para criar peces, el grupo ecologista añade que el proyecto también plantea “criar una especie invasora con el riesgo que se produzcan escapes” de un pez que ya está creando un problema ecológico en algunas de las zonas en las que se ha introducido y que en el caso de Asturias, un escape de algún especimen de esa piscifactoría de El Musel podría dañar las poblaciones de salmones en los ríos asturianos.

Pontigo agrega que “debido a su potencial invasor o la susceptibilidad de convertirse en una amenaza grave por competir con las especies silvestres autóctonas, alterar su pureza genética o los equilibrios ecológicos, en España esta especie ha sido incluida por sentencia judicial del Tribunal Supremo en el Catálogo Español de Especies exóticas Invasoras” aprobado por real decreto en 2013, que prohibe su introducción en el medio natural en aguas españolas.