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El vínculo naveto de Jovino

Agustín Guzmán Sancho relata en su nuevo libro, "Jovellanos y Nava", las cuatro visitas del ilustrado a su hermana Catalina

Agustín Guzmán Sancho. RICARDO SOLÍS

La vida y la obra de Gaspar Melchor de Jovellanos son un manantial bibliográfico del que año tras año brotan nuevas obras. La última se presentará hoy, a las 19.30 horas, en el Museo Casa Natal de Jovellanos, en Cimavilla, y lleva por título "Jovellanos y Nava". En el texto su autor, Agustín Guzmán Sancho, desvela las relaciones de Jovino con la villa naveta a través de su hermana Catalina, casada con José Alonso de Faes, miembro de una de las familias hidalgas y principales de Nava.

"Jovellanos y Nava" ha sido editado por el Círculo "Amigos de Nava", una asociación fundada el día 9 de enero de 2014 por "el sentido de pertenencia y de la necesidad de investigar, estudiar, defender, conservar, recuperar, difundir, editar, promover y fomentar el patrimonio local, entendido en el más amplio de los sentidos". Se trata del primer libro de la citada asociación.

Por su parte, Agustín Guzmán Sancho, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, nació en Quintanar de la Orden, Toledo, en 1952, pero reside desde hace muchos años en Gijón, donde ejerció la docencia. Es licenciado en Derecho, Filología Clásica y Geografía e Historia y autor, entre otras obras, de una historia del Real Instituto de Jovellanos (en colaboración con Gonzalo Sancho) y de la trilogía "Tras la huella de Jovellanos" (en colaboración con Vicente Cueto y Juan Rionda).

En cuanto a lo que narra en "Jovellanos y Nava", Agustín Guzmán Sancho destacó ayer "en primer lugar, que la relación de Jovellanos con Nava es, fundamentalmente, a través de su hermana Catalina, y la sorpresa primera es que Jovellanos, cuando es niño y va a estudiar a Oviedo, tiene un beneficio diaconal de la iglesia de San Bartolomé de Nava, y esas rentas van a servir para pagar la dote de su hermana".

En total, según el estudio de Agustín Guzmán Sancho, Jovellanos visita Nava en cuatro ocasiones, la primera de ellas en septiembre de 1790. La segunda al año siguiente. La tercera en 1792 parra asistir al funeral del marido de su hermana Catalina. Y la cuarta con ocasión de una excursión a Covadonga. "Las relaciones de Jovellanos con Nava no son muy numerosas y las cuatro veces que, por lo menos, estuvo en Nava, fue para visitar a su hermana, fundamentalmente".

Relata también el autor de "Jovellanos y Nava" que el marido de Catalina de Jovellanos, "de una familia de escribanos, parece ser que tenía algún problema de orden psicológico, ya que, por ejemplo, no sale de Nava para casarse. Catalina de Jovellanos se casó en la iglesia Mayor y Principal de San Pedro Apóstol de Gijón por poderes y el novio estuvo representado por un primo. Y es que a José Alonso de Faes le costaba trabajo salir de Nava". El matrimonio no tuvo hijos.

A la muerte de su esposo, la hermana de Jovellanos "hizo un arreglo con su cuñado de alimentos de viudedad, en el que está presente el propio Jovellanos, pero a pesar de eso el asunto es muy perjudicial para ella", afirma Agustín Guzmán Sancho, quien relata que la hermana de Jovino, "una mujer débil de carácter y tal vez un poco ñoña, al final llegó a pasar hambre". De tal manera que Jovellanos la última vez que la ve en Nava dice de ella que "se había embrutecido en la aldea, pero en realidad ese embrutecimiento era el hambre, el abandono y la necesidad".

Por ello, prosigue Agustín Guzmán Sancho, "Catalina viene a vivir a Gijón cuando Jovellanos se da cuenta de la situación por la que atraviesa su hermana e insiste en que vuelva a la casa natal y en Gijón termina sus días, cuando Jovellanos estaba desterrado en Mallorca".

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