El joven de 29 años y vecino de Nuevo Roces procesado por la violación de una mujer de 51 años -a la que asaltó en el coche de ella, en un semáforo, cuando la víctima se dirigía a su trabajo el pasado mes de marzo en la carretera del Obispo- ha sido condenado finalmente por estos hechos a once años de prisión y a otros doce años de alejamiento de su víctima, que incluye la prohibición de comunicación y de aproximarse a menos de 500 metros. La sección octava de la Audiencia Provincial ha considerado probado que este joven, que responde a las iniciales de P. F. M. -y que hace varios meses salió absuelto en un juicio por la agresión sexual a una taxista- es el responsable de este delito continuado de agresión sexual que le atribuía tanto la Fiscalía -interesó una condena de doce años- y la acusación particular, ejercida por la víctima, que en su caso requirió una condena de catorce años y medio de prisión.

El tribunal considera probado que el pasado 14 de marzo de 2017, sobre las 5.30 horas, la víctima se dirigía a su trabajo el pasado 14 de marzo de 2017, sobre las 5.30 horas, la víctima se dirigía a su trabajopor la carretera del Obispo de Gijón en su vehículo particular, como demostraba el forro polar que vestía con el anagrama de la empresa. Conducía sola. Pero un semáforo en rojo la obligó a detener el coche y ese fue el momento que aprovechó el ahora condenado para abrir la puerta y subirse al asiento del copiloto al tiempo que exhibía un arma blanca que le puso a la altura del cuello. Acto seguido la obligó a conducir hasta un descampado de la avenida de Roces. Allí, la mujer de 51 años logró abrir la puerta y trató de huir de la escena pero sin éxito. Fue alcanzada por P. F. M. que la cogió por el pelo para que volviese al interior del coche. Después le quitó las llaves del turismo así como su teléfono móvil para luego comenzar las relaciones sexuales.

La sentencia, contra la que cabe recurso, sostiene que primero la obligó a realizar una felación y después la instó a reclinar el asiento para ponerse sobre ella y consumar la violación hasta en dos ocasiones. Unos actos sexuales que fueron grabados y fotografiados en móvil por el procesado. Al concluir el calvario, la mujer "simuló tener afinidad con el acusado como simple solución al temor de no salir viva del trance". Es por ello que le ofreció acercarle en coche, una vez le devolvió las llaves, hasta algún punto en concreto, que resultó ser en las inmediaciones del parque de los Pericones.

Credibilidad total al relato de la víctima

Fueron las pruebas y los testimonios ofrecidos durante la vista oral, celebrada a puerta cerrada el pasado mes de diciembre, los argumentos para desvirtuar la presunción de inocencia de P. F. M. para el que su defensa solicitó la libre absolución. Según reza el fallo judicial, el relato de la víctima mereció la credibilidad del tribunal por haber sido "persistente, expuesto sin dudas o vacilaciones, rico en detalles espontáneos y coherente en todo momento, sin contradicciones inexplicables o groseras". El magistrado, además, ha dado validez a los informes médicos que sostienen que la víctima, a consecuencia de este episodio, ha desarrollado "un cuadro clínico de ansiedad, pesadillas, insomnio y pánico a salir sola de casa o conducir su coche".

Del acusado -que en el juicio dijo haber confundido el coche con un taxi- se encontraron huellas en el interior del vehículo, tanto en el tirador de la puerta delantera derecha como en el cinturón de seguridad del asiento. En el plenario sostuvo que fue la víctima quien le dijo que si quería "follar" para negar después que hubiese carnal. No obstante, en la grabación se escucha cómo el procesado dice que el coche está muy bien "para hacer el amor, como lo hicimos" o que "le encantó el sexo". Declaraciones que a criterio del juez "sólo demuestran el interés que tiene el acusado en referir la existencia de una relación.

Contra esta sentencia -que no se pronuncia en cuanto a la responsabilidad civil- cabe interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, algo que previsiblemente llevará a cabo el joven de Nuevo Roces, que se encuentra en el Centro Penitenciario de Asturias por la comisión de estos hechos.