Las charangas suben la apuesta. Las agrupaciones gijonesas cada año aumentan el nivel de sus actuaciones en el Concurso de charangas, que ayer cumplió su segunda jornada en el Teatro Jovellanos.

La primera agrupación en saltar al escenario fue "Kop'a Vino". Para esta edición, la temática elegida fue la música de los años 80, retrotrayendo a los presentes hasta la mítica discoteca "El Jardín", con un escenario móvil en el que iban apareciendo algunos de los artistas más laureados de la época como Queen, Tino Casal o Raffaella Carrá. Sus letras repasaron desde la polémica con la vestimenta de las socorristas de la playa al plan de movilidad e incluso contestaron a la historiadora catalana que "diz que en Asturias solo había cabras, la cabra que lo parió. Y Pelayo fue un rey cojonudo, te lo creas tú o no, no un cobarde que huye pa Bruselas, después de la que montó".

Tras ellos, saltaron al escenario "Os Brasileiros do Xixón", fieles a su estilo, con trajes muy lucidos, en colores plateados y azules y una percusión muy trabajada, que lució los bailes de su ya mítica "reinona". Sus letras clamaron contra los recortes o las esperas en urgencias, que "con esta sanidad, es mejor no enfermar".

"Xaréu n'el Ñeru", segundo clasificado el pasado año, fueron los siguientes en subirse a las tablas. Su actuación versó sobre unos topillos que viven en el túnel del metrotrén, "que no tiene túnel ni tren y que los políticos llenaron de agua para su conservación". Tampoco se quisieron olvidar de la problemática de las esperas en los centros hospitalarios, asegurando que "en Sanidad, no te empeñes, falta gente en Cabueñes". Unos coloridos trajes naranjas y un cuerpo de baile perfectamente dirigido, hicieron el resto.

A mitad de gala, se realizó un homenaje a una histórica del Carnaval gijonés: Rosabel Berrocal, que se jubilará tras este Antroxu. Fue ella quien trajo la tradición de las sardinas a Gijón "pero fueron los gijoneses quienes las hicieron suyas", reconoció en su despedida.

Una de las actuaciones más aplaudidas fue la de "Los Restallones", que contaron una historia medieval en la que una princesa tuvo un "affaire" con un plebeyo. Sobre el escenario, apoyada por una gran percusión, una esmerada coreografía, con luchas de espadas incluidas. Los trajes, en tronos verdes y amarillos, fueron los más preciosistas de la tarde en el Jovellanos.

"Tracaná" se atrevió con una historia de terror, replicando en el escenario un cementerio en el que enterraron el paro, el acoso, el bullying, las guerras o la crisis. Junto a ellos, los omnipresentes Rajoy y Puigdemont y un canto a cuidar el planeta.

Los encargados de cerrar las actuaciones fueron "Los Gijonudos", que cantaron las bondades de Asturias, sobre todo en el aspecto gastronómico, que se iban encontrando unos curiosos "domingueros" que huían de la ola de calor.

Pasacalles con amplio dispositivo de seguridad

El pasacalles de esta tarde terminará por decidir los vencedores del Antroxu gijonés. El desfile comenzará a las 19 horas en El Bibio, para discurrir por la avenida de la Costa y finalizar en El Humedal. Para velar porseguridad, se desplegarán un centenar de policías (80 locales y 20 nacionales), 18 bomberos y 39 voluntarios de protección civil. Se prohibe estacionar desde primera hora en la explanada sur de El Molinón, calles Carreño Miranda, Paseo de la Infancia y Prendes Pando y el itinerario estará cerrado al tráfico rodado. La asociación de vecinos "Severo Ochoa" de Pumarín celebrará mañana martes, a partir de las 12 horas, su particular pasacalles por el barrio.