La guerra de la renta social añade una escaramuza entre el presidente de la Unión de Comerciantes, Germán Heredia y el edil popular Pablo González. Heredia sugería ayer al político -la voz más crítica con el programa, el origen de sus beneficiarios y el uso fraudulento de las tarjetas de compra con actuaciones irregulares de algunos comerciantes- que se "mordiera la lengua antes de hacer declaraciones que afectan a los comercios, a la renta social y a la convivencia en esta ciudad". De no aceptar ese consejo, Heredia sugería a González que denunciase esos posibles delitos "si es que tiene pruebas" y que evitase mensajes xenófobos porque "tiene más responsabilidad que quien está en la barra de un bar".

González, por su parte, mostraba su sorpresa por la "violenta reacción" de Heredia contra "el mensajero de lo que piensan una mayoría de ciudadanos y, sobre todo, por alertar de los contrastados errores de un sistema que ni mucho menos está blindado a la picaresca". El concejal popular entiende que Heredia se equivoca al defender las bondades de la renta social para el comercio gijonés porque "incrementa ligera y puntualmente las ventas en el sector, pero no soluciona los problemas de fondo".

Además, el concejal reprochó al presidente de la Unión de Comerciantes que no hubieran apoyado iniciativas del PP en materia de impuestos. "Deberia (por Heredia) atender los intereses de los comerciantes sin dejarse utilizar por el gobierno", matizó.