La Ordenanza Municipal de Protección de la Convivencia Ciudadana y Prevención de Actuaciones Antisociales ya tiene una víctima: el sentido común. La literalidad de la norma y una aplicación estricta ha llevado a un juez local a ratificar una sanción de 600 euros a tres vecinas de la ciudad que se afanaron en Nochevieja de 2015 por hacer bien visible una pancarta feminista escrita en positivo. En concreto el cartel que ha estado en el centro del debate se puso en una valla de las que en su día acotaban el perímetro del "solarón" -el antiguo solar de la estación de FEVE-, frente a la iglesia de San José, y en el mismo se decía: "2015 llibre de machismu y de represión".
El esfuerzo de tres amigas por "recolocar" el citado cartel que -según sostuvieron ante la policía y el juez- encontraron volteado y medio arrancado cuando volvían a las ocho de la mañana del día 1 de enero de celebrar el año nuevo, acabó en una sanción de la policía municipal. Una multa de 200 euros a abonar por cada implicada, en base a la citada ordenanza ciudadana que convierte en infracción tipificada "la colocación de pancartas, carteles, vallas, rótulos, adhesivos y cualquier otra forma de publicidad, anuncio o propaganda, fuera de los lugares expresamente habilitados". Y que también incluye la prohibición de esa colocación de carteles "en cualquier espacio público o elemento del paisaje, mobiliario urbano o natural, sin autorización expresa del Ayuntamiento".
Al juez Jorge Rubiera, del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Gijón, le llegó el pasado mes de enero la demanda presentada por las tres sancionadas reclamando la anulación de la sanción municipal impuesta. Ahora el juez ha desestimado las peticiones y da por válidas las tres multas. Rubiera recuerda que en la exposición de motivos de la ordenanza municipal queda claro que con la prohibición de esa colocación de carteles se quiere "evitar la degradación visual del entorno urbano". Y no importa el mensaje, ni la fecha elegida para saltarse la norma, como intentaron las sancionadas que se tuviera en cuenta para anular la multa. "No se sanciona el contenido del cartel, sino la colocación de la pancarta en un lugar no habilitado por la autoridad municipal"; "el hecho de que el comportamiento denunciado se produjese en la noche de nochevieja tampoco justifica la inaplicación de la norma, pues en tales días no se produce una suspensión de la vigencia de la norma".
La sanción a las tres amigas no incluye ningún otro motivo que no sea, estrictamente, el incumplimiento de la Ordenanza. El juez hasta reproduce su comparecencia ante la policía donde explicaron que "vieron una pancarta medio arrancada, que ponía 2015 contra el machismo y la represión, y comentaron que esaba bien que la gente se acordara también de la cantidad de muertas que hay al cabo del año, asesinadas, y decidieron ponerla bien. Que les prestó mucho que alguien se preocupase de lo que estaba pasando". Las sancionadas también alegaron que en el mismo sitio del "solarón" se ponen carteles electorales sin autorización, pero tampoco ese argumento les sirvió.
