El juicio contra Iván González Fresno -el joven de 32 años acusado de matar a su madre, Milagros Fresno, "Marimi", mientras dormía en la vivienda familiar de la parroquia de Monteana, en Gijón, en noviembre de 2016- comenzó esta mañana a puerta cerrada con la declaración del único procesado en esta causa. Ivan González Fresno reconoció hoy la autoría del crimen -como hizo desde el primer momento- antes de describir ante el Tribunal del jurado el delirio que sufrió en la madrugada en que acabó con la vida de su madre. Según la Fiscalía, "se abalanzó contra ella y, con intención de acabar con su vida, le apretó con ambas manos el cuello y la estranguló, provocando su muerte por asfixia".

Tras cometer el crimen, el 29 de noviembre de 2016, el joven fue caminando hasta la Comisaría de El Natahoyo para entregarse y dar cuenta a la Policía de lo ocurrido. Después, tras pasar a disposición judicial, se decretó su ingreso en el Centro Penitenciario de Asturias, donde se encuentra actualmente, ingresado en la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de la prision. Antes de entrar en la cárcel fue trasladado al HUCA para someterse a un examen psiquiátrico. Allí se le diagnosticó un trastorno mental y del comportamiento compatible con una esquizofrenia paranoide, estando los hechos encausados en conexión con su delirio. "Iván ahora está bien, es un chico normal con el tratamiento y la medicación, la pena es que le diagnosticaron la enfermedad con posterioridad a los hechos", lamentó esta mañana su abogada defensora, Yolanda Payo.

La defensa califica los hechos de homicio al entender que no hubo alevosía en el crimen dado que la víctima pudo defenderse del ataque. "Hay pruebas de que la mujer se defendió porque Iván tenía lesiones", describió Yolanda Payo que solicita el internamiento del joven durante no más de 13 años en un centro psiquiátrico. La Fiscalía, por contra, considera que como la mujer "no pudo defenderse", los hechos son constitutivos de un delito de asesinato por los que interesa 20 años de internamiento. Sí coinciden ambas partes en imponer al acusado otros dos diez años de libertad vigilada consistene en someterse a tratamiento externo o control médico periódico.

Al Palacio de Justicia de Gijón acudieron desde primera hora el padre y las hermanas del acusado que en todo momento han apoyado al joven al ser conscientes de que un mal diagnóstico provocó que su familiar no recibiese el tratamiento adecuando. "Nuestro hermano y nuestra madre son dos víctimas del mismo caso", señalaron las hermanas en una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA. Ellas, junto a su padre, ejercen la acusación particular en esta causa pero como mecanismo para luego reclamar al Sespa en la vía contencioso-administrativo por no diagnosticar correctente la enfermedad de Iván González, que pasó por la Unidad de Psiquiatría del hospital de Jove semanas antes de la muerte violenta de Marimi Fresno.

La primera sesión comenzó con un notable retraso debido a la ausencia de varios de los candidatos a formar parte del jurado. Estaban citados a las 10.30 pero no todos acudieron. A algunos, incluso, hubo que llamarles por teléfono para recordarles la cita. La constitución del jurado, nueve miembros y dos suplentes, no se llevó a cabo hasta pasadas las 12.30 horas mientras que el juicio arrancó poco antes de la una del mediodía a puerta cerrada. Está previsto que el juicio prosiga hasta el miércoles, en la sección octava de la Audiencia Provincial.