La Fiscalía de Área de Gijón solicita la condena de la directora de una residencia geriátrica de Gijón en 2015 y de uno de sus médicos por la muerte de una mujer de 97 años por imprudencia profesional grave. La vista oral está señalada para mañana en el Juzgado de lo Penal número 1 de Oviedo, a las 10 horas.

Los hechos sucedieron el domingo 31 de mayo de 2015 por la mañana. La anciana, nacida el 18 de mayo de 1918 y que se encontraba viviendo en la residencia, comenzó a quejarse de fuertes dolores en la pierna derecha, hecho del que se percató una trabajadora del centro. La profesional comunicó de inmediato la circunstancia a la directora, si bien esta última optó por no llamar a los servicios médicos ni a la familia.

Al día siguiente, 1 de junio de 2015 por la mañana, ante la persistencia de los dolores, la directora avisó al médico del geriátrico, también acusado de imprudencia profesional. El facultativo examinó a la mujer pero no tomó ninguna decisión al respecto pese a los intensos dolores, que le impedía andar. El médico se marchó de la residencia por la tarde.

Esa misma noche, la trabajadora percibió que la mujer continuaba con fuertes dolores, que si le tocaba el pie derecho se quejaba muchísimo y que el pie estaba blanco y frío, por lo que de nuevo, alarmada, dio aviso a la responsable del geriátrico, inquiriéndole sobre si había llamado a la familia. Pese a ello, la acusada, al igual que el día anterior, ni avisó a los servicios médicos ni a la familia.

A día siguiente, 2 de junio, la acusada volvió a no hacer nada; simplemente, en torno al mediodía, avisó sin ningún alarmismo a la familia de que la mujer presentaba un dolor en la pierna derecha pero silenciando que la misma estuviera fría. Ante esta llamada, los familiares de la víctima se trasladaron a la Residencia Villa de Somio S.L. y la llevaron en su propio vehículo al hospital de Jove, donde llegó a las 17:05 horas.

Nada más llegar al hospital, los facultativos diagnosticaron que la mujer padecía una isquemia aguda en el miembro inferior derecho y acordaron el traslado inmediato al servicio de cirugía vascular del hospital de Cabueñes, dada la gravedad de la paciente. Allí confirmaron el diagnóstico de isquemia arterial aguda irreversible en cuanto a la salvación del miembro afectado y cuya única opción terapeútica para tratar de preservar la vida de la mujer era la amputación, pese a las pocas posibilidades existentes de supervivencia ante la tardanza en ser tratada convenientemente.

Ante estas indicaciones la familia autorizó la operación quirúrgica, que se practicó el mismo día 2 de junio, si bien la anciana no pudo superar la intervención y el día 7 de junio falleció por un fallo multiorgánico. De haber recibido atención médica precoz desde que se detectaron los fuertes dolores en la pierna el día 31 de mayo de 2015 por la mañana y no haber esperado hasta el día 2 de junio por la tarde para su traslado al hospital, las probabilidades de supervivencia hubieran aumentado considerablemente, según el Ministerio Fiscal. "Fue la actitud de ambos acusados, al no hacer nada desde que tuvieron conocimiento de los dolores intensos, los que determinaron que la pierna no fuera susceptible de salvarse y que las posibilidades de sobrevivir desaparecieran prácticamente por completo".

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia profesional grave de los artículos 142.1 1º del Código Penal y solicita que se condene a la directora a un año de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión relacionada con la geriatría durante 3 años. Y al médico, a la pena de un año de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión médica durante 3 años. El Ministerio Fiscal solicita igualmente que ambos acusados indemnicen, de forma conjunta y solidaria, a los tres hijos de la víctima con 16.000 euros a cada uno de ellos por la muerte de su madre, más los intereses legales. Se pide asimismo que los acusados se hagan cargo de las costas procesales.