El naufragio en 1986 de "El Castillo de Salas", el granelero que transportaba casi 100.000 toneladas de carbón, sigue dejando su huella en Gijón. En estas tres décadas es habitual ver, cada cierto tiempo, manchas de carbón en la playa de San Lorenzo.

En verano o en invierno, en épocas de mucha afluencia de bañistas en la playa, y también en otros momentos con menos gente, es habitual que el color negro tome la arena de la playa con la bajamar, ante la curiosidad de paseantes y bañistas, que a día de hoy siguen sorprendiéndose cada vez que el principal arenal gijonés toma un color diferente al habitual.