Como ya ocurriera con la obra de ampliación de El Musel, el Tribunal de Cuentas también ha detectado irregularidades en la obra de construcción del puerto exterior de La Coruña, en Punta Langosteira.

El informe de fiscalización de los años 2012 a 2014 apunta, entre otras cosas, que la Autoridad Portuaria de A Coruña hizo 99 contratos vinculados a esa obra entre 1997 y 2010, 35 de ellos por adjudicación directa y 24 negociados sin publicidad, lo que obligó a descertificar gastos ante la UE, que no aceptó subvencionarlos por incumplir la normativa europea de contratación en algunos de esos contratos.

El informe también apunta que la UTE liderada por Dragados que ejecutó la obra no incorporó al personal de alta cualificación ofertado, sino a técnicos de menor experiencia y cualificación; que en 2009 el Puerto realizó un modificado de la obra por condiciones de seguridad en la misma y por no cumplirse las previsiones de suministro de piedra desde las canteras previstas tanto en calidad como en cantidad, además de por otras mejoras en el proyecto constructivo derivado de nuevos estudios y ensayos.

Irregularidades en la contratación de la asistencia técnica, con la modificación de su contrato; la adjudicación entre 1997 y 2005 de 13 contratos al mismo contratista o a sus filiales, varios de ellos de forma directa; la contratación por parte de la UTE liderada por Dragados de la empresa que había redactado los pliegos para licitar la obra y que el Puerto gallego había aprobado esos pliegos tres días antes de la adjudicación del contrato para redactarlos, son otras de las irregularidades. El Tribunal de Cuentas también habla de fraccionamiento de contratos y cuestiona la necesidad de la obra.