Con decenas de flores blancas depositadas ante el busto que le hizo el escultor Manuel Laviada se tributó ayer un homenaje al pintor Evaristo Valle (Gijón, 1873-1951), en los jardines de la Fundación Museo que lleva su nombre, en Somió, para celebrar los 145 años de su nacimiento. E instantes después, en el edificio principal del complejo museístico privado que hoy cumple 35 años de su inauguración, se abrió al público la exposición titulada "Valle y los maestros", con la que, en palabras de su comisaria, Gretel Piquer Viniegra, doctora en Historia del Arte, se pretende "que se conozca de verdad a Valle en todo el mundo".
"Valle es un pintor de Gijón que es una referencia y, además, que gusta mucho. Pero lo que me parece más importante es que hace treinta y cinco años que inició la andadura este museo y por eso hay que recordar la generosidad de la sobrina de Valle (María Rodríguez del Valle) y que la Fundación, con los mínimos apoyos y con una gestión austera, supo llegar hasta aquí preservando la esencia de Evaristo Valle", afirmó, por su parte, la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, quien encabezó la representación oficial en el acto, al que también acudieron Otilia Requejo, directora general de Patrimonio del Principado de Asturias, y Montserrat López Moro, concejala de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Gijón.
Pero Carmen Moriyón aprovechó la ocasión para, además de "reconocer la labor de la Fundación", recriminar los "muy pocos apoyos institucionales y venidos a menos, y cabe recordar que aquí vino un ministro de Cultura a la inauguración del museo (Javier Solana), luego vino el Príncipe de Asturias y en 2015 fue declarado Bien de Interés Cultural. Es decir, que son muchas las circunstancias que hacen grande a este sitio". Por ello, en palabras de la Alcaldesa, "las instituciones tienen que adquirir un compromiso mayor" y subrayó que "el Ayuntamiento nunca abandonó ese compromiso, incluso en los años de recortes".
Guillermo Basagoiti, director de la Fundación Museo Evaristo Valle, por su parte, recordó "a las personas que colaboraron en poner en marcha este proyecto y que ya no están" y pidió que "los que vengan más jóvenes, que sigan con el proyecto, que es precioso, casi un sueño cuando empezamos".
Recordó, con nombres y apellidos, a los que ya no están, en representación de la Fundación, José Ramón García López, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Oviedo, jubilado; Ángeles García Tuñón, Guillermo Rodríguez Quirós, Rafael Murillo y Encarnación Rubiera Lafuente.
Luego, Gretel Piquer Viniegra hizo de guía en varias visitas a la exposición "Valle y los maestros", que estará abierta al público hasta el próximo día 30 de diciembre.
