Un hombre, vecino de Gijón, ha sido condenado a dos años de cárcel por un delito de lesiones con instrumento peligroso y sin alevosía después de romperle una botella de cristal en la cabeza a otro hombre. Una agresión que provocó a su víctima una "herida incisa en zona parietal derecha de 1,5 centímetros" que le provocó mucho sangrado.

El procesado, que antes del ataque advirtió a su víctima al grito de "a ti te tengo ganas, hijo de puta", no podrá acercarse a él los próximos tres años a menos de 100 metros y deberá pagar 420 euros de indemnización más los gastos médicos derivados de su agresión. Un pago ya realizado.