El primer dispositivo médico del mundo para tratar el estrés y trastornos derivados como la ansiedad o incluso la depresión saldrá de una empresa gijonesa. Walden Medical, compañía creada hace apenas dos años por Miguel López y ubicada en el edificio Impulsa del Parque Científico, tiene previsto poner el año que viene en el mercado un auricular para tratar dichas dolencias sin fármacos ni terapias, algo en lo que serán pioneros "a nivel mundial".
López explica cómo el proyecto, llamado "Xana", nació "de un interés personal, porque yo mismo padezco el estrés". Psicólogo de formación y especializado en el estudio de los mecanismos neurológicos del estrés, el emprendedor gijonés está a un paso de dar con la clave que podría aliviar el problema de millones de personas en todo el mundo. Él mismo lo explica: "se trata de un pequeño neuroestimulador con diseño de auricular que, a través de impulsos eléctricos, consigue estimular el nervio vago y lograr una sensación de mejoría instantánea, en apenas diez minutos".
Además de ser un dispositivo inalámbrico y discreto, cuenta con la ventaja de que "la persona que lo utilice no nota nada más que relajación gracias a los impulsos eléctricos que transmite", señala Miguel López. Del mismo modo, el dispositivo va conectado al teléfono móvil a través de la tecnología "bluetooth". El móvil, previa configuración para detectar la frecuencia cardiaca del usuario, será capaz de avisarlo para que ponga en marcha el tratamiento en caso de ser dispararse el nivel de estrés. Y del mismo modo, podrá hacer un seguimiento de la eficacia del mismo, actuando como un "mando a distancia".
El empresario gijonés defiende la novedad absoluta de un sistema que se erige como tercera alternativa al tratamiento del estrés. "La primera es la farmacológica, la que utiliza ansiolíticos para relajar en tiempos cortos pero con efectos secundarios y con generación de dependencia", recuerda. Del mismo modo, el sistema "Xana" también sería más efectivo e instantáneo que las terapias psicológicas, toda vez que "no es necesario contar con la voluntad del individuo, es una solución mecánica inmediata".
El producto sanitario está en la actualidad iniciando el proceso de validación clínica con varios estudios que se llevarán a cabo de forma simultánea en varios hospitales: desde el Hospital Universitario Central de Asturias a la Fundación Jiménez Díaz, el Hospital de Navarra o un centro en Suiza. En su desarrollo hay un buen número de profesionales involucrados desde diferentes ramas: psiquiatría, neurología o ingeniería biomédica han unido sus esfuerzos para salvar en un plazo breve de tiempo el proceso de validación clínica. Y para abrir nuevos campos de uso futuros: "las migrañas o la epilepsia también podrían ser tratados con esta técnica de estimulación", explica Miguel López.
Así las cosas, se espera que el año que vine se pueda poner en el mercado el dispositivo, una vez que la Agencia Española del Medicamento le dé el visto bueno. Y la batalla entonces será de conseguir construir estos estimuladores neuronales a un precio asequible a todos los bolsillos. No en vano el estrés es "la epidemia sanitaria del siglo XXI".
