Los familiares y amigos de los seis detenidos aguardaron el dictamen judicial a las puertas del Palacio de Justicia. Una vez se percataron de la presencia de varios periodistas, redactores y gráficos, comenzaron a amenazarles, de muerte incluso, para evitar que se realizasen fotografías de cualquier tipo. Unas amenazas que escuchó a la salida una de las magistradas de instrucción en Gijón. "No les voy a permitir que amenacen a nadie", aseguró la jueza que rápidamente optó por llamar a la Policía Nacional e invitando a la tranquilidad a los informadores presentes. Acto seguido se desplazaron hasta los Juzgados varios agentes de la Policía Nacional que se encargaron de garantizar la seguridad de los periodistas hasta que pudieron completar su labor.