"En un mundo que tiende a la globalización y la internacionalización de productos y mercados, nos gustaría que no se viera a las empresas de casa con ningún prejuicio, sino que se valore su compromiso con el entorno y la tierra. Y eso implica que no se apliquen únicamente criterios económicos en la adjudicación de las obras". La petición la lanzó ayer a las administraciones públicas Marcos Fernández Estébanez, uno de los miembros de la segunda generación de la empresa de movimiento de tierras Excade, durante el acto en el que recibió el IX Premio "Familia Empresaria" otorgado por la Asociación Asturiana de Empresa Familiar.

En su intervención durante el acto que se celebró en el Club de Regatas, Marcos Fernández Estébanez resaltó que las empresas asturianas "somos si cabe empresas más comprometidas con la resolución de obras que van a formar parte de nuestra vida y la de nuestra región. Y por eso, pedimos que las administraciones públicas entiendan que la calidad y la garantía del servicio se deberían poder ponderar llegado el momento", resaltando que lo más barato puede "no ser siempre lo mejor"

En un acto que contó con la participación del consejero de industria del Principado, Isaac Pola, y de la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, el portavoz de la familia repasó una trayectoria de 30 años de actividad de una empresa con Agustín Fernández Carril al frente, en la que trabajan 60 personas y que entre sus retos pendientes está el incorporar a mujeres a este sector, porque "estamos convencidos de que las plantillas mixtas suponen una mejora para el futuro de las empresas".

Poco antes del comienzo del acto, que sembró de emoción el salón, Marcos Fernández apuntó que los objetivos de la empresa son "seguir innovando, seguir dando el mismo servicio a los clientes y en la medida en que se pueda, desarrollo de equipos nuevos para ofrecer nuevos campos de trabajo". La familia Fernández Estébanez quiso hacer extensivo el premio a todos los trabajadores de la plantilla, "un equipo humano y de inigualable profesionalidad que nos obliga a estar a la altura". Una altura que ayer tuvo un reconocimiento público en el Club de Regatas.