Unas 280 personas se reunían el viernes en una cena solidaria promovida por el Rotary Club de Giijón, en el Somió Park. Su objetivo era recaudar fondos para la Fundación Siloé, dedicada a una atención integral desde la perspectiva educativa y sociosanitaria a diversos colectivos en situación de vulnerabilidad. Es este caso el proyecto propuesto estaba dirigido a paliar la situación de un grupo de 110 chavales, de 5 a 17 años, con problemas familiares en una etapa clave para el desarrollo de la persona. No es suficiente cubrir sus necesidades: necesitan apoyo psicológico y ayuda profesional.

Tras la cena, tomó la palabra el macero del Rotary, Germán Heredia, para anunciar a los oradores. Hablaron José Antonio Santaclara, director de Siloé, que manifestó que la hermosa y noble función de ayudar a los niños no es cosa de una noche, sino de todos los días. "Dicen en África que para educar a un niño hace falta toda la tribu". Le secundó Susana Gonzalez, responsable de la Fundación, explicando el proyecto. Cerró los discursos el presidente del Rotary, Rafael Martínez Merino. Antes de iniciarse la subasta, dirigida por Pachi Poncela, se vivió un momento ingenioso con Heredia y Poncela asumiendo el papel de Arévalo entrevistado por Bertín Osborne, sólo que cambiados los personajes; es decir, el papel del primero lo representó Pachi y el del segundo Germán. El lote inicial de la subasta era una camiseta de Quini, con el 9 a la espalda, que se adjudicó en 250 euros, y fue entregada por los hijos del genial futbolista, Lorena y Óscar. También se subastó un banderín del Sporting. Doce cuadros de, entre otros, Valentín del Fresno, M.ª Antonieta Laviada, Méjica, Cuervo Viña y una serigrafía de Pelayo Ortega, más dos bolsos de señora, de Reinares y Reliquiae, permitió llegar a una cifra contundente -más de 12.000 euros- que llenó de alegría a todos.