Envejecer en comunidad con una nueva forma de vivir es lo que plantea el proyecto de vivienda colaborativa senior para los mayores de 50 años y que ayer, en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, explicaron José Ángel García Tomás y Francisco Fernández Sánchez, de la asociación Collacios d'Asturies, y Miguel González Lastra, de la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social.

En síntesis, se trata de que, en principio, un grupo de amigos decida promover una cooperativa de cesión de uso para acometer la construcción, bien en altura o en horizontal, de un conjunto de viviendas individuales y privadas de no más de cincuenta metros cuadrados de superficie, con una serie de espacios comunes compartidos por toda la comunidad (comedor, salones, gimnasio, piscina, etcétera) y con una gestión participativa.

"Se trata de un grupo de amigos que quieren vivir juntos y formen una comunidad que se lleve bien, pero para eso hay que aprender a convivir", señaló Francisco Fernández Sánchez.

El concepto de vivienda colaborativa o covivienda se puso en marcha en Dinamarca y Holanda en los años setenta del siglo pasado y en España llegó en el año 2000. Actualmente hay diez proyectos consolidados y más de treinta en proyecto, afirmó José Ángel García Tomás.

Las viviendas autogestionadas por sus usuarios tienen ventajas como el ahorro económico al centralizar y compartir servicios, también en la construcción de las viviendas a través de la autopromoción, "el concepto de especulación no es posible", recalcó García Tomás, y a la hora de recibir asistencia médica, por ejemplo. En definitiva, se trata de una comunidad vecinal de personas bien avenidas.