Javier Ledo, el autor confeso del asesinato de la gijonesa Paz Fernández Borrego, ha aceptado esta mañana una pena de nueve meses de prisión por un delito de quebrantamiento al incumplir la orden a alejamiento que tenía vigente de su expareja por un caso de violencia de género ocurrido meses antes de la muerte de la que, según las investigaciones, fuera su última pareja sentimental.

Ledo, con barba de varios días y semblante serio, aceptó los cargos y la pena de nueve meses de cárcel, tres meses menos de los que en un principio interesaba el Ministerio Fiscal. La sesión se celebró en audiencia pública en el Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón. El procesado estuvo representado por el letrado gijonés Alejandro Loché, que este pasado viernes pudo compartir impresiones con su representado, al que define como una persona "en cierta manera normal", en el Centro Penitenciario de Asturias. "Le fui a ver a Villabona el viernes y está lógicamente preocuado por el tema de Paz Fernández", aseguró tras la vista oral el abogado.

El acusado, condenado por un delito de violencia de género en sentencia de mayo del año pasado emitida por dicho juzgado, cumplía desde el pasado junio la pena de 2 años de alejamiento y prohibición de comunicación con su ex pareja. A pesar del conocimiento de las consecuencias, le remitió desde el día de Navidad del año pasado reiterados mensajes desde su teléfono y, en un día indeterminado por las mismas fechas se acercó a su domicilio, llamando al portal e incluso llegando a la puerta.