Uno de los problemáticos okupas del edificio situado en la plaza de José González "El Presi", en el barrio del Carmen -donde son frecuentes las quejas de los demás vecinos que con ellos conviven a diario- está desde ayer en busca y captura después de no comparecer ante el juez para declarar como acusado de un delito de atentado contra dos agentes de la autoridad después de que azuzase a su perro para que atacase y mordiese a los policías. La orden, emitida ayer por el Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón, incluye el requerimiento para su ingreso en prisión a la espera de un nuevo señalamiento.

Los hechos por los que ayer debió declarar ocurrieron el 29 de agosto del año pasado, sobre las tres de la madrugada y en los aledaños del edificio ocupado. Varios agentes de la Policía Nacional, debidamente uniformados, fueron comisionados en la calle del Carmen porque un hombre, actualmente acusado, estaba molestando a una mujer. Al llegar los policías vieron al individuo -el único que coincidía con la descripción que les fue facilitada- golpear repetidamente a su perro, una actitud que cesó de inmediato al ver la presencia policial.

Cuando los agentes trataron de identificar al sospechoso éste respondió de forma chulesca y desafiante ante ellos. Una actitud que se agravó cuando le dijeron que avisarían al lacero municipal para hacerse cargo del animal. Fue entonces cuando el acusado acometió violentamente contra los policías, trató de golpearles con puñetazos antes de ser reducido. Una vez en el suelo azuzó a su perro para que atacase a los agentes y uno de ellos recibió un mordisco del can en su gemelo izquierdo que incluso le dejó cicatriz.

La Fiscalía interesa una condena de 21 meses de prisión por el delito de atentado a agente de la autoridad y dos años y nueve meses por el delito de lesiones. La acusación particular -ejercida por la letrada Sylvia Garrido Galindo- pide 22 meses de prisión por el primer delito y dos años y medio por el de atentado. En cuanto a la responsabilidad civil interesa el pago de 1.280 euros. Ahora, por no comparecer, pesa una orden de ingreso en prisión.