Nazario Martínez, parquetista gijonés ya jubilado, y Loli Casado, ama de casa, viven en un calvario desde hace cuatro años. Están desesperados y a sólo unos días de quedarse sin casa. La casa de toda su vida. El banco les quiere desahuciar al no poder hacer frente a las pretensiones de la entidad. Si asumen la deuda de 93.600 euros no perderán la casa. Pero ellos tienen una pensión de 900 euros.

“En la época de la burbuja” -explican los de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca- avalaron con su vivienda a su hijo para “intentar darle una vida mejor” y que pudiera comprarse una casa para él. Poco después, su hijo David perdió el trabajo y se quedó sin ingresos con los que poder afrontar la hipoteca. Pero sus padres no pueden hacer frente a la deuda. Por ello, propusieron “una dación en pago parcial de su hipoteca que les permita seguir viviendo en su casa”. En concreto, el pasado viernes, les ofrecieron reducir la deuda a los 50.000 euros e ir pagándola poco a poco. Esperan respuestas pero el tiempo apremia. En principio, y si la entidad bancaria no da marcha atrás, deberán dejar su casa antes del próximo jueves 28 de marzo.