El comercio y la industria gijonesa pueden y deben mejorar para adaptarse al futuro. Con ese convencimiento, y después de un diagnóstico somero sobre la situación actual del tejido empresarial gijonés se acaba de poner en marcha una herramienta piloto titulada "Impulsa Modernización"; de la mano del Ayuntamiento y de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE).

Se trata de una iniciativa para ayudar al tejido empresarial gijonés a modernizarse a través de un servicio de acompañamiento de la mano de consultoras expertas que ayude a la consolidación empresarial de una veintena de empresas, diez del ámbito industrial y diez del comercial. Aún hay plazas disponibles para sumarse a un plan que prevé una primera parte de diagnóstico de cada compañía y una segunda de aplicación de acciones correctoras.

En un primer análisis, que ya ha sido convenientemente realizado por los organismos competentes, Impulsa y FADE han detectado que el sector del comercio gijonés presenta "una alta tasa de mortalidad, al tratarse de un sector refugio con una inmediatez en la puesta en marcha del negocio, lo que hace crecer al mismo sin unos cimientos sólidos", indica Rubén González, de Impulsa. Además, debido a su atomización la capacidad de organización y gestión "es baja, y en un entorno de cliente cada vez más informado, la falta de cualificación del personal penaliza al negocio". Así las cosas, ante esta situación, el futuro pasa por la innovación "desde la estrategia, la formación, el acceso a tecnología y la gestión de la información, porque la analítica hoy en día es crucial".

En cuanto al sector industrial, uno de los mayores riesgos detectados en el estudio realizado es la falta de relevo generacional. "Crear una estructura profesionalizada para la empresa industrial se hace determinante para asegurar su continuidad", advierten desde el Ayuntamiento de Gijón y FADE, aún con la referencia de una época reciente de ajustes que han frenado la inversión en formación "llegando al punto actual de dificultades para cubrir demandas profesionales" y con la presión de la velocidad a la que aparecen nuevas tecnologías que deben ser adoptadas de una forma fehaciente en los sistemas productivos.

Por eso entre las propuestas que figuran en el plan se cuenta la implantación de oficinas técnicas que doten de mayor calidad de servicio a la industria. La intención de los organismos es la de poder poner en marcha mejoras en las empresas gijonesas que lo deseen antes de finales de este año.