Del "proyecto, plazos e inversión" que se pudo leer en la pancarta que encabezó la protesta en la calle de marzo de 2015 al "pararse a pensar para no tomar decisiones en el presente que puedan lastrar el futuro". La Federación de Asociaciones de Vecinos y el Colegio de Arquitectos de Asturias -desde la alianza que les une en este tema- pedían ayer a las autoridades pisar el freno de las tramitaciones en marcha respecto al plan de integración del ferrocarril de Gijón para reajustar el terreno de juego a los ámbitos de la nueva realidad e incorporar elementos que ellos consideran prioritarios y están siendo obviados. Estas tramitaciones son, por un lado, el segundo proceso de licitación del plan especial que ordene el suelo -la primera licitación quedó desierta al no presentarse nadie y la nueva sólo cambia en cuanto al dinero que se oferta- y, por otro, el convenio que reajusta las operaciones y los compromisos económicos entre el Ministerio de Fomento, el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón dentro de la sociedad Gijón al Norte.

¿Supone esta propuesta paralizar el plan de vías? "No paralizamos nada porque nada está en marcha. Ahora mismo sólo tenemos promesas; lo mismo que teníamos hace quince años, hace diez años y hace cinco años", explicaba el líder vecinal Adrián Arias. A su lado la decana de los arquitectos, Sonia Puente Landázuri, dejaba claro que "no se trata de hablar del plan de vías o del solarón. Eso es algo muy concreto. Hay que hablar de la integración del ferrocarril en Gijón y del ordenamiento del suelo que eso genera como la actuación más importante de las próximas décadas en Gijón y en el área metropolitana y para eso es importante tener una visión global".

Lo que vecinos y arquitectos consideran "imprescindible" es planificar la operación en su conjunto antes de hacer diseños de soterramientos, cubriciones o modificaciones del planeamiento y desarrollar un plan integral en etapas con objetivos a corto, medio y largo plazo pero donde las decisiones de hoy no cercenen opciones del mañana.

Sobre lo que se ha venido hablando en los últimos tiempos, aunque nunca formalizado negro sobre blanco en un documento, la FAV y el Colegio plantean tres puntos fundamentales. El primero tiene que ver con la cohesión social a partir del soterramiento de las vías hasta La Calzada como premisa esencial para eliminar la barrera ferroviaria y cohesionar los distintos barrios de la ciudad. El equilibrio territorial es el gran reto para Gijón, dicen.

Entienden Arias y Puente que las soluciones avanzadas en este aspecto no abordan de manera íntegra el problema y por eso, y como segundo punto íntimamente ligado al primero, fijan la eliminación de lo que denomina el tridente ferroviario: las dos líneas de Feve y la de Renfe que generan ahora mismo tres barreras físicas que imposibilitan la integración urbana. Piden que en una primera etapa se unifiquen los recorridos de Renfe y Feve en La Calzada para ir eliminando barreras. El objetivo a largo plazo sería un tratamiento de ese trazado ya único que permitiese la permeabilidad entre La Calzada y el Polígono y Pumarín. En esa mirada hacia el oeste también se pide integrar Mora Garay en la ciudad. "Aunque no se aborde ahora este objetivo en su totalidad, lo que se haga no puede suponer un impedimento para afrontar esta cuestión en el futuro", matizan.

Y como tercer elemento, se considera necesario vincular el plan especial de integración del ferrocarril a la puesta en marcha del túnel del metrotrén con cercanías hasta el hospital de Cabueñes y el Parque Tecnológico. La propuesta de ambos colectivos minimiza el debate sobre la ubicación de la estación intermodal, cuyo paso de la zona de Moreda al entorno del Museo del Ferrocarril fue la batalla en la que se embarcó el gobierno local de Foro. Una batalla que ganaron. "Con la puesta en funcionamiento del metrotrén, la posición asignada a la estación pasaría a tener una importancia relativa ya que su carga de viajeros sería menor una vez que el túnel, con sus paradas intermedias, estuviese en funcionamiento", explican en el documento.

"No se trata de correr en el sprint final. Se trata de hacerlo bien porque no nos podemos permitir más parches en un asunto tan crucial", sentenciaron.