Tarekegne Asnake, el árbitro etíope que el pasado mes de enero tuvo que vivir un vergonzoso episodio de insultos de índole racista cuanto pitaba un partido de Regional Preferente en Ribadedeva, metió ayer un gol a la discriminación racial en Gijón.

El joven fue el encargado de dar lectura al manifiesto para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, que desde 1966 se celebra en esta fecha a iniciativa de las Naciones Unidas. Este año además se celebra el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y en el caso de Gijón las Jornadas contra el Racismo y la Xenofobia lanzan este año una mirada a las segundas generaciones, "conscientes de la importancia de que los jóvenes hijos e hijas de inmigrantes no sufran la discriminación que en muchas ocasiones han sufrido sus familias, y que puedan ser partícipes de una sociedad más inclusiva, diversa y libre de odio".

Además, se ha querido hacer una reflexión especial sobre el racismo y la xenofobia en el deporte en general y en el fútbol en particular, mostrando el rechazo hacia cualquier agresión racista o sexista. Por ello, las entidades organizadoras de las Jornadas, el Ayuntamiento de Gijón como parte integrante de la comisión organizadora y el Real Sporting de Gijón quisieron dejar constancia en el manifiesto al que se dio lectura en la Plaza Mayor, tras una cadena humana por el Muro, del "compromiso firme con la erradicación de estos tipos de conductas en los eventos deportivos de nuestra ciudad".

Las entidades firmantes del manifiesto "entendemos que el deporte en nuestra ciudad debe contribuir de manera efectiva a la integración y no son tolerables bajo ningún concepto actitudes racistas, xenófobas, violentas ni sexistas; los poderes públicos y los clubes deportivos deben poner todos los medios a su disposición para la condena y erradicación de este tipo de conductas", recalcó Asnake en su lectura.

Y el Sporting quiso expresar de manera especial su compromiso "con los valores de tolerancia y respeto"; el club "seguirá condenando, como ha hecho siempre, este tipo de comportamientos, y perseguirá las conductas de este tipo que se produzcan en El Molinón, tomando las medidas necesarias en cumplimiento del Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte". Y asimismo, expresó su apoyo "a los y las árbitros que cada fin de semana trabajan en los campos de fútbol de toda Asturias, y que deben poder realizar su tarea sin ningún tipo de agresión racista o sexista", recalcó el club en el manifiesto antes de hacer un llamamiento para que Gijón "sea una ciudad de acogida, tolerante e integradora, y donde cualquier persona, encuentre un lugar donde vivir en paz y en plenitud de derechos".