A medio camino entre lo onírico y lo mitológico, entre España y Cuba, el dibujante José Luis Posada y el escritor Félix Guerra crearon una suerte de bestiario bajo el título "Criaturas insólitas o desaparecidas". Una recopilación de 71 ilustraciones que ayer, veinte años después de su primera exposición, volvieron al Museo Evaristo Valle, dentro del ciclo "Cuba en las colecciones del museo".

Posada "poseía una imaginación tremendamente fértil, era un soñador tremendo", explica Francisco Zapico, comisario de la exposición, "contagiaba su espíritu y desde el primer día ya te robaba el alma y te hacía embarcarte en las aventuras que hicieran falta". Como fue, en 1998, la edición del libro formado de las 71 fotolitos y sus correspondientes textos, firmados por Guerra, "unas composiciones preciosas, llenas de poesía", en palabras de Zapico.

La exposición supone, para Guillermo Basagoiti, director de la Fundación Museo Evaristo Valle, "un ejercicio de nostalgia y reivindicación de un personaje muy importante como era Posada" que, remarca, "es un gran desconocido, aun siendo el litógrafo por excelencia de Asturias". Basagoiti remarca que Posada era "un dibujante excepcional, que todo lo que hacía lo apoyaba en un gran alarde de imaginación".

La muestra contiene "una variedad inmensa de recursos increíbles", lo que la convierte en "un tema muy sugerente para tratar con colegios". La exposición podrá visitarse en la instalación museística hasta el próximo 27 de mayo.