Unos 3.500 euros de presupuesto y tres meses de trabajo de expertos se necesitarán para que Gijón puedan contar con un nuevo censo de palomas. Actualizar el registro que se hizo en el año 2012 es el primer paso que da el Ayuntamiento antes de decidir el método a usar para controlar esta población de aves urbanas que cada vez genera más problemas. Y de todo tipo. Sólo hace unos meses Ayuntamiento y hosteleros se unían en la campaña "¡Tengamos la tapa en paz!" para intentar concienciar del problema que generan palomas y gaviotas lanzándose sobre los restos de las consumiciones en las terrazas de bares y restaurantes. Problemas de salubridad e higiene pero también de costosas pérdidas económicas para el hostelero.

La realización de este censo de palomas domésticas en la zona urbana acaba de salir a contratación. El trabajo que se encarga desde el Ayuntamiento se hará tanto en la zona centro como en los barrios y tiene como objetivos cuantificar la población existente, comprobar su evolución desde 2012 y localizar las zonas donde hay una mayor concentración de estas aves. El trabajo debe ser coordinado por un biólogo.

Desde el año 2006 el Servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón realiza campañas de contención y control de las poblaciones de palomas y gaviotas. En el caso de las palomas se hacen dos campañas de capturas al año, normalmente en primavera y otoño, teniendo en cuenta las zonas donde más quejas vecinales hay y las proximidades de concentraciones de establecimientos hosteleros. Eso supuso rebajar la población un 60% pasando de 5.000 a 2.000 individuos de 2006 a 2012. Pero todos los expertos parecen coincidir en que ahora mismo ese número de ejemplares es mucho mayor. Por ello, la necesidad de un nuevo registro.

El primer censo se hizo en el año 1996 y en 2005 se realizó el segundo. En cuanto a las capturas, que se hacen en los espacios públicos de la ciudad, la media anual pasa por la retirada de entre 300 y 350 ejemplares. Además de capturas, el Ayuntamiento apela a la concienciación vecinal para que no se les de comida en los parques.