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Semana Santa La cita con las procesiones y las tradiciones

Otro toque de oración también a cubierto

El viento, que hacía peligrar la integridad de las imágenes, impidió procesionar el sábado con el Santo Entierro de Cristo

Otro toque de oración también a cubierto

Estaba todo preparado para el desfile del Santo Entierro. La urna con el cuerpo yaciente de Jesús aguardaba el pasado viernes a las puertas de la iglesia de San Pedro el momento de iniciar la procesión, entre una multitud abigarraba que no cesaba de mirar al cielo. Éste no hacía presentir nada bueno. En efecto. Una lluvia leve se dejó caer, pero lo más grave era el fuerte viento que podía causar en las imágenes graves problemas, por tanto la dirección, con buen criterio, suspendió la procesión. Había lágrimas en los cofrades, mientras el público se refugiaba en el interior del templo.

Allí estaban los militares de los tres ejércitos que iban a acompañar a la comitiva, más una dotación de la Policía Nacional, con su uniforma de gala. La Banda de Música de Gijón? La Banda de Tambores y Cornetas de Jesús Cautivo de Oviedo? Las manolas, ricamente ataviadas de luto. Y las tres cofradías penitenciarias con la desilusión pintada en su rostro.

Se inició la ceremonia con la interpretación de la marcha "La Estrella sublime", una obra de Manuel López Farfán. En esos momentos todo el público que llenaba el recinto se volvió para celebrar al Salvador; los cofrades del Santo Sepulcro estaban bailando su féretro. Era como una despedida. La banda seguidamente entonó "Mater Mea", en recuerdo del padecimiento de María. Y a Ella, siempre presente, se dedicó la oración dirigida por el párroco, Javier Gómez Cuesta, al rezar un breve rosario de cinco avemarías en cada misterio. El primero, "La oración de Jesús en el huerto" se ofreció por los sesenta millones de refugiados que hoy sufre el mundo. EL segundo, "La flagelación del Señor", por los presos. El tercero "Jesús coronado de espinas", por los paralíticos cerebrales y los pacientes que sufre enfermedades raras en que la Medicina no puede ayudarlos por ser desconocidas. El cuarto misterio, "Jesús con la Cruz a cuestas", el párroco lo dedicó a los que sufren el paro. Y por último, el quinto. "Jesús muere en la Cruz", estaba ofrecido por los difuntos, y por todos nosotros para que tengamos una buena muerte. En ese momento, Javier Gómez Cuesta, volvió la cabeza hacia el precioso Cristo de la Misericordia y de los Martires, que presidía el altar mayor y dijo: Mirad qué serenidad? Y en voz baja musitó: Sabía adónde iba?

A mi lado, tres niñas ataviadas de manolas, mantuvieron un comportamiento ejemplar, eran Julia Montes Muñiz, de 8 años, que estaba preciosa con su atuendo. Y Carlota Peñalba González, de 9, que se mostraba feliz con sus tacones. Paula Fernández García, de 10 años, también los llevaba. El Señor las habrá visto con alegría.

Al final todos rezamos una Salve a María. Y la banda de Tambores y Cornetas de Jesús Cautivo de Oviedo entonó el Toque de Oración.

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