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Los compromisos normativos a ejecutar este año

El Ayuntamiento cambia de normas: un plan para quince ordenanzas y reglamentos locales

Los ajustes afectan a la propia organización del Pleno y se extienden al control del ruido, la convivencia y la participación ciudadana

Jesús M. Salvador. A. H.

Quince son los reglamentos y ordenanzas en los que va a trabajar el Ayuntamiento de Gijón a lo largo de este año para actualizar y mejorar su marco normativo. Esas quince actuaciones se comprometen en el plan normativo para 2018 que aprobaba recientemente la Junta de Gobierno. Un plan que da respuesta, por un lado, a iniciativas políticas que salieron adelante en el Pleno por el acuerdo de la mayoría de los grupos municipales y, por el otro, a la obligación de adaptarse a nuevas circunstancias o nuevas regulaciones legales.

¿Qué cambios se trae entre manos el Ayuntamiento? A la hora de hablar de ajustes están en marcha las modificaciones del reglamento orgánico de funcionamiento del pleno, el reglamento orgánico de organización y funcionamiento de los distritos de Gijón, la ordenanza municipal de ruido, la ordenanza que regula el régimen general de concesión de subvenciones y ayudas del Ayuntamiento, la ordenanza reguladora de la administración electrónica, el reglamento orgánico de participación ciudadana, la ordenanza de protección de la convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales y el reglamento del servicio de prevención, extinción de incendios y salvamentos.

A estrenar son la nueva ordenanza de gestión de residuos e higiene urbana, la ordenanza reguladora de los servicios de transporte de viajeros competencia del Ayuntamiento, la ordenanza municipal de movilidad, los reglamentos de los consejos sectoriales de Bienestar Social, Cultura y Protección y bienestar animal y el reglamento de uso y servicio de las instalaciones deportivas.

Meses de demora

El trabajo sobre algunas de estos textos empezó ya hace tiempo. Así, paradas llevan meses las reuniones entre los grupos políticos para pactar, bajo la supervisión del Secretario General Letrado del Ayuntamiento, cambios en la regulación del propio Pleno. El reglamento actual es de 2004 y ha quedado obsoleto en muchos ámbitos. La realidad de un salón de plenos con más grupos políticos que antes y sin mayorías claras también ha complicado el minuto a minuto de las sesiones plenarias. En lo que va de mandato, se han cambiado en varias ocasiones los horarios del Pleno y el numero de iniciativas por grupo para no eternizarlos pero falta poner todo negro sobre blanco en un reglamento formal.

También parece haberse quedado olvidada en un cajón la modificación de la ordenanza de convivencia ciudadana. Un cambio impuesto por un mandato plenario de septiembre de 2015 -poco después de empezar esta legislatura- tomado por unanimidad a partir de una iniciativa del PSOE. Se presentó un borrador y se abrió un proceso de participación ciudadana a lo largo de 2016. En enero de 2017 se propone una comisión de las diversas concejalías para iniciar un proceso participativo similar al del Foro de la Movilidad. En ese capítulo de la historia se sigue.

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