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YAISEL JUAN BORRELL PICHS | Profesor de Genética de la Universidad de Oviedo

"Los plásticos en el mar funcionan como vectores para atraer especies invasoras"

"Este año trataremos las aguas de lastre de los buques de El Musel con filtros y luz ultravioleta para eliminar las amenazas"

Yaisel Juan Borrel, ayer, en el Antiguo Instituto antes de su charla. JUAN PLAZA

Ya no es sólo que los peces se atiborren de plástico, es que las especies invasoras se pegan a la basura para colonizar nuevos territorios. El problema de la contaminación plástica en el mar es doble, según alerta el profesor de Genética de la Universidad de Oviedo Yaisel Juan Borrel Pichs (Cuba, enero 1974), que ayer impartió una charla en el Centro de Cultura Antiguo Instituto. El biólogo reveló algunos de los datos recogidos en el Puerto de Gijón dentro del proyecto europeo "Blueports", que pretende fijar estrategias para evitar invasiones biológicas. Los investigadores probarán este año en El Musel un novedoso equipo para tratar las aguas de lastre de los buques.

- ¿Qué especies exóticas han identificado entre 2016 y 2017 en el Puerto de Gijón?

-Fundamentalmente encontramos briozoos, que son organismos coloniales invasores que por lo general vienen pegados a los cascos de los barcos, y ostras del Pacífico, que como se cultivan en el Eo están presentes en todas las playas de Asturias. Pero lo más interesante es que hallamos cuatro especies distintas de algas de origen asiático. Estos organismos no sólo se mueven con las estructuras de buques sino también en las aguas de lastre. Una vez identificado lo que tenemos, ahora, dentro del proyecto europeo "Blueports", vamos a hacer pruebas para tratar las aguas de lastre en el Puerto de Gijón. El objetivo es evitar invasiones biológicas.

- ¿Cómo funciona ese tratamiento?

-El agua de lastre entrará en una estructura portátil, en la que mediante filtraciones se irán eliminando especies por tallas. Y luego se le aplicará una luz ultravioleta para ver más en detalle lo que queda vivo. Se realizará en el último semestre del año.

- Son miles de barcos. De probar su efectividad, ¿resultaría rentable?

-Se están buscando muchas metodologías por el mundo y hay otras que proponen por ejemplo que este tratamiento vaya dentro de los buques. Pero claro eso a los armadores no les hace ninguna gracia porque sería aumentar los costes. Lo que proponemos nosotros es un equipo portátil que estaría en el puerto como un servicio más que se ofrecería a los buques. Es costoso, pero más lo es la invasión biológica.

- Antes se refería a la presencia de algas asiáticas en la costa gijonesa. ¿Podría convertirse en una amenaza?

-Para empezar, estas algas por lo general colonizan ambientes que tienen cierto grado de degradación. Y los puertos lo son. El problema es que ellas compiten con las especies nativas y las desplazan. El caso de las algas invasoras es además muy peculiar porque forman parte de toda una cadena. Por ejemplo, los oricios se alimentan de algas, pero no de todas, sino de un tipo concreto. Su desaparición puede estar vinculada a la degradación de los bosques de laminarias. En el Mediterráneo ya se ha comprobado que cuando desaparecen algas, también lo hacen peces. Es muy importante detectar temprano las invasiones biológicas porque luego, cuando las especies ya están establecidas y son capaces de colonizar todo, los costes de eliminación son millones y millones de euros.

- ¿Qué volumen de algas asiáticas hay en El Musel?

- Ahora mismo el problema es pequeño gracias a la detección temprana que hemos hecho, pero en un futuro puede ser mayor. Estamos viendo cómo eliminarlas.

- ¿Y cómo se eliminan?

-Se han hecho varias campañas a lo largo del mundo con participación de ciudadanos. Son plantas, hay que arrancarlas. El problema es que cuando son pocas es fácil, pero cuando ya lo han colonizado todo prácticamente no se puede hacer nada. En el proyecto ("Blueports") hay otros socios y entre todos estamos viendo cómo evitar que los puertos sean puertas de entrada a especies invasoras que puedan generar grandes impactos en la biodiversidad.

- Independientemente de esa labor de prevención, ¿la biodiversidad asturiana cambiará completamente en los próximos años debido al cambio climático?

-No sé si completamente, pero un cambio lo habrá. Aquí todo está conectado. Las especies llegan porque hay tráfico marítimo, pero también se establecen porque la temperatura del mar ha subido más de un grado en los últimos diez años, hay más contaminación... Nosotros tenemos muchísimos estudios y en las zonas donde hay más impacto antropogénico, las especies invasoras tienen más éxito. Por contra, en las zonas donde prácticamente no hay impacto, como todo está ocupado por la flora y la fauna nativa, es muy difícil que se establezcan. Entonces sí, todo está en constante cambio y habrá que estar observando el problema para diseñar estrategias.

- Ha publicado un reciente estudio en el que vincula la contaminación plástica y la invasión de especies.

-Los plásticos, como se mueven por el mar, pueden funcionar como vectores para que las especies invasoras se establezcan en un determinado sitio. Lo que comprobamos es que viendo qué basura hay en una zona, podemos llegar a predecir el tipo de especies invasoras. Bueno, llegar o irse, porque también hay especies nativas que en otros países se convierten en invasoras. Esto quiere decir que el problema de la basura es mayor: ya no sólo se incorpora a la cadena porque hay muchos animales que comen los microplásticos que encuentran, sino que además son un vector para atraer invasoras.

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