Reconozco que los tratamientos faciales son mi debilidad, y que me emociono con los cambios que somos capaces de generar en las pieles de nuestros clientes. Pero en los últimos años, y gracias a una nueva visión en el concepto de "tratamiento estético corporal", tengo que decir que soy súper fan del trabajo corporal y que, con constancia y colaboración, son muy gratificantes.

Vivimos en una sociedad en la que por un lado sólo se ven cuerpos perfectos (normalmente retocados, tanto por cirugías, como por el Photoshop); y por otro lado, vamos a la playa, o a la piscina y allí vemos la realidad de los cuerpos, los cuerpos de verdad. Hay demasiado desequilibrio entre ambas situaciones... y al final, y cómo no, todos ansiamos el cuerpo escultural. Lo malo de esta situación, es que acaba conduciendo a complejos, agobios, desesperación... De ahí que surjan multitud de tratamientos, dietas, incluso cápsulas milagrosas, que prometen un cuerpo 10 y sin esfuerzo. Muy tentador. Y muy falso.

Siempre remarco las mismas cosas, conceptos básicos, que todos sabemos, pero que muchas veces nos negamos a reconocer. Nadie puede discutir que para lograr un cuerpo sano y bonito, es necesario tener presentes tres aspectos, y en este orden:

1. Alimentación saludable y adaptada a cada individuo y situación.

2. Actividad física incorporada a la vida.

3. Tratamientos estéticos corporales.

Aunque como profesional sólo me ocupo de los pasos 1 y 3, la combinación completa de todos ellos es la medida más exitosa.

Tratamientos con resultados asegurados

Es importante recordar que cada uno de nosotros nace con un morfotipo concreto, y en base a él se obtendrán los resultados. Por ejemplo, una mujer con las caderas anchas, podrá eliminar el excedente de grasa que haya ido acumulando en esa zona, tratar la celulitis o mejorar la flacidez. Pero en ningún caso ha de aspirar a reducir caderas, pues la estructura ósea no se puede modificar. Aún así, lo que puede cambiar un cuerpo, siendo constante y disfrutando del proceso, es espectacular.

La idea es lograr la mejor versión de uno mismo, valorando y respetando lo que la naturaleza nos ha dado y desechando complejos absurdos y traumas por no llegar a los cánones de belleza impuestos en cada momento. Mantenerse bien durante el mayor tiempo posible, acompañando al cuerpo en su proceso de evolución y madurez es el objetivo más realista y que puedo ayudar a conseguir.

En el caso de los tratamientos corporales, y dependiendo de cada persona, unas veces recomiendo empezar por un tratamiento concreto y hacer varias sesiones del mismo o, también, hay combinaciones de equipos que dan resultados muy buenos, mejor que usados por separado. Y eso es posible tanto por los avances tecnológicos, como por mi propia experiencia a la hora de compaginar técnicas.

Tratamientos con resultados asegurados

Aunque la oferta es amplísima, hoy quiero hablaros de algunos de ellos sobre los que compruebo días tras días sus espectaculares resultados:

-Ondas de choque. La terapia de ondas de choque ha emergido en el campo de la estética desde el campo estrictamente médico, igual que ha ocurrido con otras técnicas. Destacan en tratamiento de la celulitis (grados I a III) y en su efecto reafirmante. Me encantan porque es una terapia no invasiva y está clínicamente probada.

-Bioslimming. Fui pionera en España en aplicarlo, y ya me ha acompañado durante varias temporadas. Otra prueba más de su eficacia es la cantidad de premios que atesora. Sin duda, es el tándem perfecto de tratamiento en cabina y domiciliario para reafirmar, reducir y remodelar.

-Prothermic. Tenía que estar en este artículo porque el que lo prueba, repite. Clarísimo ejemplo de aplicación de varias tecnologías a través de un mismo cabezal. Cuatro tecnologías actuando a la vez, para lograr el objetivo deseado en cada zona corporal.

Y para acabar, las dos preguntas más frecuentes que contesto en consulta: ¿Pero cuánto se me va a notar? ¿Merece la pena?

Los tratamientos corporales siempre merecen la pena porque trabajan sobre la salud de los tejidos. Merece la pena cuidarse, dedicarse un espacio para uno mismo, y dejarse mimar. En cuanto al resultado, depende de muchos factores, y de las expectativas de cada uno; lo que sí puedo afirmar es que si no haces nada, tampoco obtendrás nada.

Más información en: www.estelabelleza.com