La rampa de Pajares podría seguir abierta más allá de 2020, como línea alternativa para los mercancías a la variante ferroviaria que se construye en la actualidad entre La Robla (León) y Pola de Lena). El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, dejó ayer la puerta abierta a esa posibilidad. Será en el momento en que se abra la variante de Pajares al tráfico comercial cuando se valoren dos opciones: dejar de utilizarla o mantenerla abierta como "línea alternativa", señaló el Ministro.

El cierre del viejo trazado ferroviario acarrearía como ventaja dejar de invertir en su mantenimiento, una labor que ha obligado a incluir este año 5 millones de euros en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Mantenerla abierta , por su lado, permitiría "aumentar la capacidad" ferroviaria de Asturias (la comunidad con mayor movimiento de mercancías de España), y también la "capacidad de respuesta ante posibles incidentes" en la Variante, señaló De la Serna. El Ministro destacó que la autorización de que las mercancías circulen por la Variante y la consiguiente decisión de instalar un tercer hilo para el ancho ibérico entre La Robla y Pola de Lena ha obligado a variar el "diseño global" de las conexiones de Asturias con la Meseta.

En todo caso, hasta que se completen las obras de la Variante, en el verano de 2020, y la posterior circulación en pruebas, el Ministerio seguirá invirtiendo en la rampa para asegurar la "fiabilidad de la infraestructura", destacó el titular de Fomento.

De otro lado, De la Serna señaló la posibilidad de que el futuro tercer carril de la A-66 se reserve para el transporte público. "Es una opción interesante", pero que "aún no se ha estudiado"; se experimentará en una vía de Madrid para ver si puede "exportarse", resaltó el Ministro.