El Ayuntamiento había aprobado el día anterior eso, el comprar 24 televisores para otras tantas escuelas del concejo, y le costaban 150.000 pesetas. La cosa tenía segunda parte, "los directores de todas las escuelas están de acuerdo en abonar el 50 por ciento del importe". Otra compra era la finca llamada Casablanca, en la zona que así llamamos, para ampliar la avenida de García Bernardo. La vendedora era María Rubiera Loché.