Los hosteleros gijoneses reciclaron el año pasado 149.780 kilos de vidrio. Es casi un 10% menos que el año anterior y la razón por la que informadores enviados por Emulsa contactarán entre abril y mayo con los responsables de 800 locales hosteleros de la ciudad. Ahora se trata sólo de recordarles las obligaciones que les imponen las ordenanzas municipales en cuanto a reciclaje y el servicio especial "puerta a puerta" que ofrece la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente desde 2012 para recoger el vidrio. Luego, ya tras el verano, se hará una visita de supervisión para garantizar que cumplen con la separación en origen de ese residuos y, si no cumplen con la normativa, "se les entregará una carta nominativa requiriéndoles que lo hagan". Por ahora no se habla de sanciones.

Para potenciar que los hosteleros se comprometan con el reciclaje se les ofrecerán cubos de distintas capacidades, según sus necesidades a cuenta del volumen de residuos que suelen generar. Esta parte de la campaña corresponde a Ecovidrio como entidad sin ánimo de lucro que se encarga de la gestión del reciclado de esos envases.

El servicio gratuito de Emulsa pensado para los hosteleros está en funcionamiento desde septiembre de 2012. Se trata de una recogida especial, tres días a la semana, dirigida a establecimientos de hostelería de Cimadevilla, Ruta de los Vinos, Barrio de El Carmen, Fomento, La Arena y el entorno del Tostaderu-Bellavista. El servicio consiste en la retirada del residuo de vidrio en el propio establecimiento, a través de un contenedor de 120 litros cedido por la empresa municipal.

Ahora mismo hay un centenar establecimientos hosteleros de Gijón vinculados a esta iniciativa. El vidrio recogido se lleva al punto limpio de Roces como paso previsto a su traslado a Cogersa. En 2016 se recogieron por esta vía 166.040 kilos.