El grupo de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad de Oviedo, con sede en el campus gijonés y en colaboración con su homólogo de la Universidad de Vigo acaba de patentar un novedoso sistema de vigilancia con drones con el fin de detectar minas antipersona y para medir emisiones electromagnéticas de antenas.

La primera de ellas emplea un radar embarcado en un dron para detectar objetos enterrados u ocultos, con una clara aplicación en la detección de minas antipersona. La segunda aplicación servirá para medir el funcionamiento de antenas, por ejemplo en estaciones de telefonía móvil o de radiodifusión, evitando que haya que desmontarlas para comprobar su estado ante determinadas incidencias. Las patentes se han logrado en ambos casos dado "el alto nivel de impacto e innovación de las aplicaciones y prototipos desarrollados", en los que estudiantes y profesores llevan varios años trabajando. De hecho, estos proyectos ya han recibido numerosos premios y distinciones.

En el caso del dron capaz de detectar minas antipersona aplicación se toma como base un radar que emite ondas de radiofrecuencia capaces de atravesar el suelo y las paredes y capta la respuesta de posibles objetos ocultos. Combinando distintas medidas, se obtiene una imagen de alta resolución de dichos objetos, con una mayor velocidad de escaneo y evitando el contacto con el suelo, lo que aumenta la seguridad en la detección de artefactos explosivos como minas antipersona. El sistema permite, además, alcanzar una gran precisión de vuelo, así como detectar objetos metálicos y no metálicos. Hasta ahora sólo se detectaban los objetos de metal).

Esta patente tendrá un importante campo de desarrollo en las obras civiles, toda vez que servirá para realizar trabajos como la detección de tuberías en las excavaciones, así como en la arqueología, porque permitirá localizar restos de forma no invasiva, sin necesidad de usar aparatos pesados que apisonen el terreno y pongan en riesgo los restos.

En cuanto a la patente para la inspección de antenas los investigadores han combinado la experiencia de la aplicación para detectar minas con los conocimientos sobre medida de antenas y emisiones electromagnéticas. Así, gracias al posicionamiento preciso de los drones y las técnicas novedosas de medida de antenas, es posible medir y diagnosticar el funcionamiento de una antena en instalaciones específicas, para las que no es posible evaluar cómo les afecta el entorno donde se van a emplazar.

Con el nuevo sistema, el dron vuela alrededor de la antena y toma muestras del campo electromagnético que está emitiendo sin necesidad de interrumpir el servicio. De esta forma se puede conocer si la antena está emitiendo correctamente o si presenta algún fallo de funcionamiento que afecte a su zona de cobertura por efecto de algún cambio accidental en su posición o porque haya resultado dañada por una tormenta.

Los miembros del equipo por parte de la Universidad Oviedo son María García Fernández, Yuri Álvarez López, Fernando Las Heras Andrés (catedrático del grupo TSC-UNIOVI) y Ana Arboleya Arboleya.

La utilización de drones por parte de empresas asturianas es ya una realidad evidente. Es el caso de Azisa Dron Company, con sede en Gijón, que recienemente llevó a cabo la primera inspección interna de una central nuclear que se lleva a cabo en España por medio de este tipo de tecnologías.