El presunto yihadista vecino de Gijón Abdelá Ouelji ha mantenido en el juicio que ha acogido este miércoles la Audiencia Nacional en su contra que "jamás" juró su adhesión a Estado Islámico y ha reiterado hasta en diez ocasiones que "jamás" descargó en sus dispositivos vídeos de combatientes del Daesh que instan a hacer la yihad.

La Fiscalía, que en su escrito expuso que el acusado actuaba como "soldado virtual" por su papel activo en redes sociales, ha elevado a definitiva su petición de 13 años de cárcel por los delitos de integración en organización terrorista, adoctrinamiento y exaltación del terrorismo, si bien ha planteado al final de la vista y como alternativa al delito de integración, uno de colaboración con organización terrorista.

Durante el interrogatorio, el acusado ha insistido en no sabe cómo se guardó todo el material incriminatorio que los investigadores hallaron en sus ordenadores tras su detención a finales de 2016 y simplemente se ha limitado a reconocer que algunos de los vídeos los visualizó alguna vez y lo hizo a través de Youtube.

Preguntado por la red social Facebook, ha dicho que su perfil era abierto y que no recuerda que la imagen principal fuera de la bandera de la Yihad ni tampoco tiene constancia de haberse descargado imágenes de martirios, vídeos de torturas, de instrucciones en el manejo de armas y una secuencia de fotografías de los atentados de las Torres Gemelas en Nueva York.

El acusado también ha negado haber entrado desde sus dispositivos electrónicos en páginas y foros de difícil acceso relacionado con los miembros del Estado Islámico y no ha sabido responder por qué en su tablet figuraba como fondo de pantalla un globo terráqueo sobre el que prevalece el Estado Islámico.

Entradas en Youtube "compulsivas"

La tableta es uno de los dispositivos que los agentes requisaron en dos domicilios (el suyo y el de sus padres) de la localidad asturiana de Gijón además de un disco duro de ordenador en el que constaban entradas a la plataforma de Youtube "de forma compulsiva" buscando vídeos de acciones armadas del Daesh y otro disco duro que recogía vídeos con ejecuciones y se anunciaba que los hijos de los infieles serían vendidos como esclavos.

Respecto al contacto establecido vía Facebook con un agente encubierto del que se hizo amigo virtual, el acusado ha respondido que aceptó su solicitud de amistad ante la insistencia del agente y que simplemente le dijo que no sabía cómo aconsejarle para viajar a Turquía y unirse a la Yihad. El escrito del fiscal no obstante, precisa que el acusado le dijo que "ojalá pudiera ir" con él pero que no podía porque tenía padres e hijos que atender en España.

A preguntas de su letrado, Ouelji ha asentido que tiene una discapacidad psíquica resultado de un accidente laboral que sufrió hace unos años. También ha dicho que ni ha ido a la mezquita que hay en Gijón ni ha llevado a sus hijos y que, en lo que respecta a los aparatos electrónicos requisados, ninguno de ellos tenía contraseña por lo que cualquier miembro de su familia lo podía coger. En su interior, ha añadido, guardaba películas, músicas y hasta vídeos de pornografía.