La caída de cascotes de edificios en Gijón se está convirtiendo en algo con casi periodicidad diaria. Una vez más ha ocurrido, esta vez en la calle Corrida y por el desprendimiento de varias piedras de uno de sus edificios, lo que ha obligado a acordonar la zona para evitar males mayores y así garantizar la seguridad de los ciudadanos. Esta céntrica calle, donde se agrupan numerosos comercios, es muy transitada diariamente por decenas de personas.

El Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos de Gijón superó el año pasado las 2.000 intervenciones en la ciudad -unas cinco salidas al día-, donde prima el saneamiento de fachadas de edificios de la ciudad. De hecho fue la principal preocupación de los Bomberos de Gijón.