Era una tubería gigante, de hormigón y de 1,80 metros de diámetro interior y con una longitud de 2.800 metros, ya estaban instalados 1.000. La obra tenía dos partes, una el colector a la altura de la calle de Palafox y que terminaba en El Musel, y luego el emisario terrestre que conduciría las aguas hasta la parte posterior del dique Norte. Informaba LA NUEVA ESPAÑA ampliamente sobre el asunto incluyendo dos fotografías del estado de las obras.