El estudio del Grupo Eleuterio Quintanilla incluye un anexo con el directorio de medio centenar de entidades sociales de Gijón. No es una información superflua si se tiene en cuenta que hay un apartado del informe que reivindica unir esfuerzos de los centros educativos y las entidades sociales en esa lucha contra el abandono escolar. Y más en un Gijón con un sólido entramado asociativo, muy activo y muy vinculado a los mismos barrios donde se asientan los centros educativos con más problemas.
El documento propone ir más allá en un nivel de relación que, consideran, ahora mismo depende del "talante de equipos directivos y profesorado, desaprovechándose los frutos que se podrían derivar de una colaboración más directa".
La idea central es desarrollar programas de colaboración entre unos y otros en actividades de apoyo escolar y realización de tareas escolares, actividades culturales y deportivas, actividades de mediación, colaboración y resolución de conflictos o asistencia a familia. Por poner algunos ejemplos. Todo ello teniendo en cuenta que la Fundación Municipal de Servicios Sociales es la institución de referencia en el seguimiento de niños y niñas que necesiten atención y que el objetivo final es crear "una red de intervención sociocomunitaria, una colaboración que implique una relación bidireccional".
