Visto para sentencia el juicio celebrado ayer en la Audiencia Nacional contra el ciudadano marroquí Abdellah Ouelji, detenido en Gijón en septiembre de 2016, para el que la Fiscalía pedía antes del celebración de la vista oral trece años de prisión y multa de 2.250 euros por los delitos de integración en organización terrorista, adoctrinamiento y exaltación del terrorismo. Finalmente, y a la conclusión la vista, el fiscal dejó abierta la alternativa de calificar la integración en organización terrorista como un delito de colaboración, penada con tres años menos de prisión que la integración. Ouelji se sentó en el banquillo por difundir presuntamente propaganda del Estado Islámico (EI) en diferentes perfiles de redes sociales desde el año 2009. Actualmente, Ouelji está detenido de forma preventiva en la prisión de Soto del Real.

Tras los registros efectuados en su domicilio en la calle Venezuela y en el de sus padres en la calle Rosalía de Castro, la policía intervino varios ordenadores, discos duros y otros materiales informáticos en los que halló vídeos de ejecuciones a cargo de miembros del Daesh, imágenes de entrenamientos de muyahidines además de otros vídeos y símbolos que usa habitualmente el Daesh como medio de propaganda y adoctrinamiento. Con estos vídeos, Ouelji, según el relato del fiscal, habría confeccionado varias listas de reproducción en Youtube que usaría para contactar y adoctrinar a posibles simpatizantes de la organización terrorista.

Durante el juicio de ayer, Ouelji afirmó que nunca descargó, vio o difundió ese tipo de material a través de las redes sociales o Youtube-"a veces agrego cosas a listas de reproducción sin haberlas visto", afirmó- y que la policía los encontró en sus soportes informáticos porque "igual los guardé sin querer, sin darme cuenta". También se encontró en la lista de marcadores del navegador de unos de sus ordenadores un enlace a una página de una plataforma restringida a yihadistas administrada por el Daesh, según la fiscalía. Ouelji reconoció que intentó acceder una vez a esta web tras encontrar un enlace en un foro "pero no pude entrar. No sé por qué quedó en los marcadores".

Antes de proceder a su detención, un policía contactó con él por Facebook haciéndose pasar por un simpatizante yihadista. Tras trabar cierta amistad, el policía dijo a Ouelji que pretendía viajar a Turquía en coche -un método habitual de los activistas para entrar en Siria e integrarse en las filas del Estado Islámico- por si él u otra persona quería acompañarle, a lo que Ouelji respondió que "Salamaleikum, hermano, que tengas un buen viaje, inshaallah. No hermano, no conozco a nadie, ojalá pudiera ir yo, pero ya sabes que tengo familia que mantener y mis padres me necesitan. Bueno hermano, espero que Allah te facilite el viaje". Ouelji declaró ante el juez que no interpretó el comentario del policía camuflado como una invitación para viajar a Siria y unirse a la Yihad, sino que "pensé que se iba de vacaciones con unos amigos y que me invitaba a ir con ellos".

En respuesta a las preguntas de su abogado, Ouelji relató que sufre una discapacidad física y sicológica del 73% tras sufrir un accidente cuando trabajaba de albañil en Oviedo y que no suele acudir a la mezquita en Gijón ni se relaciona nunca con radicales islamistas. Declaró que no sabe qué videos guarda en sus ordenadores porque tengo muchos de todo tipo, como los aludidos en la causa y otros "como 'Frozen' o porno".

En su alegato final, Ouelji afirmó ante la jueza que "soy inocente. No soy terrorista ni yihadista. Nunca he viajado a Siria. Llevo 25 años en España y me gusta. Siempre me he llevado bien con todo el mundo. Si hubiera querido hacer algo, tengo una pensión y me podría haber ido a cualquier país musulmán y practicar allí el Islam pero estoy adaptado a España y me gusta vivir aquí".