Es una de las alas del Hospital "más dura" para trabajar en ocasiones, pero a la vez, "es la mejor", porque los niños "son lo mejor que tenemos y verlos felices y aliviarlos es lo mejor que podemos hacer". Desde hace unos días la sección de Pediatría del Hospital de Cabueñes luce acorde con este objetivo: llena de colores y formas divertidas para hacer más llevadera su estancia a los más pequeños.

La sexta planta impar del centro hospitalario se ha convertido en una suerte de escenario de cuento por obra y gracia de varias voluntarias de la mano de la supervisora de enfermería, Andrea Cuesta. "Empezó pensando que podríamos decorar un poco la sala de curas, que es en la que los niños se ponen un poco más nerviosos, para distraerlos y hacer que se sintieran a gusto", relata la auxiliar de enfermería Charo Álvarez. Ella fue la primera que se puso manos a la obra para recortar cartulinas de colores en forma de mariposa, conchas de mar, hojas y flores. Tan bien le quedó la manualidad que la supervisora enseguida tuvo claro que tenía que seguir extendiéndose al resto de zonas de Pediatría.

"Al principio no sabía muy bien qué hacer, pero poco a poco fui ideando cosas", señala Charo Álvarez, que trabaja de forma eventual y que siempre está deseando ir a Pediatría. Tal es su implicación con el proyecto decorativo que los trabajos los ha hecho arañando horas a su labor diaria, gracias a la ayuda de otras voluntarias como Ágata Antolín con las que ha puesto en marcha un ambicioso plan.

Así, todo el pasillo del ala luce ahora cubierto con escenas de la naturaleza en las cuatro estaciones con pingüinos, trineos, árboles sin hojas, flores de todos los colores, mariquitas y hasta un barco del Sporting. Además, los niños cuentan cada semana con la visita de los payasos Serpentina y Monolito, que alegran una sala de juegos también recién decorada. Lo mejor, "el agradecimiento de las familias que ven cómo los niños disfrutan con las nuevas decoraciones", explican las enfermeras. Y la sensación de que, en vez de en un hospital, los pequeños pacientes se encuentran en el medio de un gran cuento de colores y formas diversas.