Un programa con dos compositores de peso, Sibelius y Wagner, y la literatura como hilo conductor, suponía una gran oportunidad para acercarse al Jovellanos a escuchar a la Orquesta Sinfónica del Principado, de manera que el recinto registró una buena entrada, llenando más de medio patio de butacas.

"La tempestad" de Sibelius pone música a la obra de Shakespeare. Con un carácter descriptivo, la orquesta va dibujando atmósferas y acompañando el relato con melodías y pasajes de distinto carácter, con momentos bucólicos y oníricos. Perry So estuvo soberbio en la dirección, conduciendo con gesto preciso a una OSPA que volvió a exhibir músculo y compenetración a la hora de integrar secciones para crear la tensión dramática adecuada. Mario Gas, en el papel de narrador, tuvo intervenciones que contribuyeron al clima general de la obra.

Como la OSPA se maneja de cine con las grandes obras, no dejó pasar la oportunidad de mostrar una interpretación compensada de la suite de "Tristán e Isolda", de Wagner.