Las bodas, las comuniones y cualquier tipo de evento invitan a ponerse guapo. Siempre comento que es una excusa perfecta para visitar tu centro de belleza, tanto si es la primera vez como si, en este caso, ya me conoces.
No es lo mismo una persona a la que ya he tratado, que conozco cómo responde a los diferentes tratamientos, que alguien que acude por primera vez. Sea cual sea la circunstancia, mejor consultarlo lo antes posible, y si uno ya sabe la fecha, es ideal preguntar con 4/6 meses de antelación.
Hace poco compartía en las redes sociales una frase que me gustaría recordar para todo este tema de eventos: “No hay atajos hacia ningún lugar al que merezca la pena ir”, de la soprano estadounidense Beverly Sills. Así que querer hacerse mucho, obtener un resultado sobresaliente y en muy poco tiempo no suele ser posible. Y la constancia es la clave del éxito.
Porque, en definitiva, todos queremos lucir una piel limpia y bonita, un aspecto juvenil y un cuerpo armonioso ¿verdad?
Los tratamientos dependen de lo que cada persona realmente necesita
Si lo que se quiere es un tratamiento flash, para un día concreto, bastará con hacer una sesión un mes antes del evento, aproximadamente, y otra en la misma semana. Yo siempre recomiendo hacer una sesión previa, una especie de “simulacro”, para evitar una posible reacción. Todo lo que comento puede tenerse en cuenta, en el caso concreto de los novios, las novias, las madrinas, amigas, familiares o, simplemente, como invitados.
Lo más frecuente entre las mujeres y los hombres más jóvenes es que precisen equilibrar la piel. Tanto por un exceso de grasa como por una falta de vitalidad.
El tratamiento inicial siempre incluye una buena higiene, y en eso tanto el resto de profesionales de mi equipo como yo somos expertos. Luego se acompaña de todos los medios necesarios que esa piel nos “vaya pidiendo”. Esas primeras respuestas que observo durante la sesión me dan la clave de cómo seguir actuando. Y, además, me permiten establecer qué pauta cosmética debería utilizar esa persona en su casa a diario. Y eso es, sin duda alguna, la clave del éxito.
Por qué es tan importante el asesoramiento profesional en belleza
Ahora está muy de moda que me pidan productos con ingredientes concretos, porque han leído o les han contado que son buenísimos. Los ingredientes importan, por supuesto, pero no es fácil interpretar un INCI, ni saber cómo se comporta cada ingrediente dentro de una fórmula, ni diferenciar entre las diversas variedades de un mismo principio activo, y menos aún qué efecto va a tener todo eso en cada piel.
Otro ejemplo es la gente que me visita con una inquietud común: saber su tipo de piel. Y menudo chasco se llevan cuando les explico por qué eso no sirve para nada. La famosa “zona T” presenta en cada uno de nosotros más glándulas sebáceas por centímetro cuadrado que el resto del rostro. Entonces, ¿no tendríamos todos una piel mixta?
En definitiva, mis prescripciones se basan sobre todo en la experiencia que obtengo viendo cada día un gran número de pieles, por lo que mi consejo, siempre, es seguir tratamientos en casa y en cabina, pero bajo control profesional.
Esto también es clave en el proceso de envejecimiento. Las pieles maduras necesitan más cuidados, es evidente. Mi tarea es diseñar un plan de belleza que se adapte a las necesidades y a los objetivos de cada uno y, para ello, disponer de todos los medios para acompañar a la piel y los tejidos en el proceso de envejecimiento.
Al igual que los faciales, para los tratamientos corporales necesitaremos más o menos sesiones dependiendo de los resultados que se quieran conseguir. Destaco también los programas nutricionales, acompañados de todos los tratamientos estéticos corporales con la tecnología que nos brinda la estética actual.
Tratamientos flash corporales
Como tratamiento flash antes de un día especial yo destacaría la exfoliación con masaje corporal completo, perfecta para relajarse antes de un día especial. Y cómo no, los corporales con Prothermic, las ondas de choque, y el sistema Bioslimming, perfecto para sentir el cuerpo ligero y definido.
Por último, y como siempre me lo preguntan, no existe el “tratamiento estrella” que funcione igual para todo el mundo, cada persona tiene su propio “tratamiento estrella”, porque lo adapto a sus necesidades concretas.
