Un protésico dental gijonés ha sido condenado a seis meses de prisión, al pago de una multa de 2.880 euros, y a la inhabilitación para ejercer la profesión de odontólogo -y a la posibilidad de obtener el título- durante un año y seis meses después de quedar probado que cometió un delito de intrusismo y otro de imprudencia profesional grave al llevar a cabo una intervención a una paciente para la que no estaba capacitado.

La sentencia, avalada ahora por la sección octava de la Audiencia Provincial, sostiene que este protésico dental, "sin contar con las preceptivas indicaciones de un médico odontólogo quitó a la paciente el puente que tenía en la parte superior izquierda de la boca, utilizando para ello, primero, una palanca, y después una sierra eléctrica para después quitarle las fundas que tenía en dos dientes delanteros, los enganches y un puente". Dice el juez, de forma tajante, "realizó actos para los que no estaba autorizado por su titulación".

La paciente, que sufrió "un gran dolor" y tuvo que acudir en varias ocasiones a urgencias por esta intervención, relató los hechos ante el juez y éste le dio plena credibilidad. También los partes médicos e informes forenses objetivan las lesiones que presentaba la mujer -heridas a nivel labial, de vestíbulo y en el paladar- y eso fue suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia. La sentencia es clara y le impone seis meses de prisión y multa de doce meses con una cuota diaria de ocho euros y 180 días de arresto en caso de impago. Además, reserva "expresamente" las acciones civiles a la perjudicada de estos hechos.