Una docena de alumnos de 4º de ESO de la Inmaculada conocieron de primera mano, el viernes, la dureza del trabajo por la erradicación del plumero de la Pampa. Sin embargo, "aunque fue duro, muchos querían volver el sábado, aunque lloviera" a repetir el trabajo en una parcela de Serín."Es una acción simbólica, pero esperamos que sirva para despertar conciencias", enfatizó el docente Javier Valdés, quien explicó que, tras podar las hojas de las plantas -en una sextaferia promocionada por las redes- procedieron a su arranque con palas y fesorias. Siguiendo el consejo de los expertos, dejaron los ejemplares arrancados en el mismo lugar "volteados, para que no echen raíces".