Cinco claves para ser un buen "teleco": "no caer en el síndrome del técnico y dar un giro a tu carrera, estar al loro de lo que pueda venir, saber un pelín más que los demás, hacerse visible y pensar que el asociacionismo es útil". Esa es la receta que dio ayer Juan Ignacio Sánchez Piñole, ingeniero de telecomunicación del año, a estudiantes de la Escuela Politécnica de Gijón. Con gracia, Sánchez Piñole hizo un repaso por su trayectoria profesional: de los ordenadores y la automatización de acerías al derecho comunitario y la gestión medioambiental.

Este ingeniero, el colegiado con mayor antigüedad de Asturias, quiso transmitir a los jóvenes con su historia que "hay que salir de lo técnico y pasarse a la gestión". "O sales de ahí en un determinado momento, o te atarán para siempre. Cuando te conviertes en un técnico útil e indispensable, corres el riesgo de que te etiqueten", avisó. Él salió a tiempo e incluso acabó matriculándose en Derecho en la UNED. Eso le permitió, cuando ya se veía cerca de la prejubilación, seguir escalando en su profesión e iniciarse en un nuevo mundo: el de la gestión medioambiental.

Juan Ignacio Sánchez Piñole, que despertó las risas del alumnado, contó varias anécdotas durante su charla. Por ejemplo que aprendió inglés gracias a que "los libros de electrónica y electromagnetismo de la época no los había en castellano".