El hombre acusado de entrar en un establecimiento, intentar robar varios productos de aseo y golpear a la dependienta que trató de detenerle, llegó ayer a un acuerdo con el ministerio fiscal para reducir su pena a dos años de cárcel -Fiscalía interesaba tres-. Además, su abogada, Nieves Valle de la Red, consensuó una suspensión de condena supeditada a que el acusado no vuelva a delinquir en un periodo de dos años. El hombre deberá abonar también al Sespa las costas del servicio dispensado, por un importe de 56,98 euros.

"No sé cómo ocurrió, fue un cruce de cables", aseguró ayer el encausado, visiblemente arrepentido.

Según el relato del ministerio fiscal, en la tarde del pasado 5 de octubre, el acusado entró a un establecimiento sito en la avenida de Schulz. Dentro del local, cogió varios efectos de un expositor y los escondió entre sus ropas, con la intención de salir sin abonarlos. Cuando el personal del establecimiento se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, intentaron darle el alto, momento en el que el hombre le arreó un puñetazo en la cara a la dependienta.

Fue un guardia civil fuera de servicio quien finalmente le detuvo. En el forcejeo, al acusado se le cayeron los objetos que llevaba ocultos: un enjuague bucal, una crema corporal y un gel fijador.

La Fiscalía, entendiendo que los hechos eran constitutivos de un delito de robo con violencia en grado de tentativa, interesaba una pena de tres años de cárcel que ahora se ven reducidos a dos.