La lucha contra el narcotráfico que libra en el Campo de Gibraltar la Policía Nacional cuenta desde hace unas semanas con agentes gijoneses allí desplazados y que durante una intervención permitieron incautar más de 1.000 kilos de hachís y detener a dos personas, un padre y un hijo, acusados de narcotráfico, que escondía una treintena de fardos en un zulo ubicado en un huerto dentro de una casa del barrio del Zabal, en La Línea de la Concepción, Cádiz.

La operación policial se inició el pasado miércoles casi por casualidad, a raíz de la llamada de un vecino de la zona en la que alertaba que estaba siendo víctima de un robo violento en su domicilio. Una vez allí, los agentes detectaron que en una de las viviendas cercanas había unos individuos que estaban introduciendo varios fardos en el interior de una casa y que se dieron a la fuga rápidamente al percatarse de la presencia de los agentes.

Una vez asegurada toda la zona se inspeccionó la vivienda y localizaron un hueco en el huerto trasero donde hallaron un total de 30 fardos con 900 kilos de hachís. Se procedió entonces al arresto del morador de la vivienda por un delito contra la salud pública porque supuestamente era el encargado de custodiar y almacenar el estupefaciente. Acto seguido localizaron un vehículo abandonado en una gasolinera cercana con cinco fardos en su interior que contenían 150 kilogramos de hachís en total. Ahí detuvieron al hijo, que se encargaba de la distribución de la droga.

El lugar donde se encontraron esos fardos es una zona habitualmente usada por los narcotraficantes para ocultar sustancias estupefacientes. Es por ello que se activó un operativo policial especializado en la lucha contra la droga y el crimen organizado que permitió comprobar un importante entramado de estructuras conexas entre el domicilio donde se han localizado los fardos de hachís. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.