Imad A., el joven de origen marroquí procesado por el caso Germán, aceptó ayer lunes una pena de 10 meses de cárcel por agredir a un joven en la calle Marqués de San Esteban que trató de auxiliar a una joven a la que estaba increpando junto a Yeray R. V., también condenado por esos hechos y acusado en la causa por la paliza Germán Fernández. Así las cosas, las condenas contra Imad A. comienzan a sucederse y suma ahora otros tres años de cárcel por romperle la mandíbula a un menor de edad, también en Marqués de San Esteban.

Esta nueva condena contra el joven marroquí, que deberá indemnizar a su víctima -menor de edad- con 11.040 euros, y al SESPA con 1.486 euros viene motivada por unos hechos ocurridos el 21 de mayo de 2017. Sobre las tres de la mañana, el acusado, junto con otras personas menores de edad, agredió a un menor (nacido en marzo de 2000), al quepropinó varios puñetazos en la calle Marqués de San Esteban de Gijón. El menor sufrió traumatismo facial, fractura de ángulo mandibular derecho (precisó intervención quirúrgica) y fractura parcial (esmalte) de molar 27. Tardó en curar 88 días, cuatro de los cuales permaneció hospitalizado. Le quedaron como secuelas material de osteosíntesis en rama mandibular derecha, ligera desviación y limitación de apertura bucal con dolor, que presumiblemente desaparecerá con el tiempo, y fractura parcial (esmalte) del molar 27.

Imad atribuyó, en el juicio, la agresión a sus amigos menores de edad. "Me vi envuelto en una pelea a la puerta del bar; había consumido droga y alcohol, pero recuerdo bien que no le pegué; esa noche no pegué a nadie", sostuvo Imad A. ante su abogado, tras optar por no responder a preguntas de la acusación particular. Su actitud durante la vista oral -celebrada en el Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón-, sonriente y con continuos gastos de complicidad hacia sus amigos, motivó el enfado del fiscal que elevó su petición inicial de los dos a los tres años de cárcel, tal como pedía la acusación particular de inicio. "Tiene una absoluta incapacidad para vivir en sociedad", aseguró el representante del Ministerio Público.

Finalmente, el juez no ha dado credibilidad a sus argumentos y ha optado por condenarle a tres años de prisión y al pago de una indemnización de 11.040 euros. La Fiscalía pedía en su día que se sustituyese la pena a prisión por entre ocho y diez años de expulsión de España, aunque esto se dirimirá en ejecución de sentencia y una vez finalicen todas sus causas pendientes. Llegado el momento, su abogado, que sostiene que Imad A. tiene un "innegable arraigo" a España y a Gijón, se opondrá a la expulsión.

Además de estas penas, afronta otros dos años de cárcel por patear a un Policía Nacional fuera de servicio en la madrugada del 21 de mayo. Sólo cinco horas después de fracturarle la mandíbula al menor de edad. Unos hechos que se juzgarán a final de mes.