La pereza es la primera razón de los gijoneses para no reciclar. Y la segunda, la falta de espacio en sus hogares para hacer una separación de los residuos en origen. O por lo menos esas son las conclusiones de un estudio elaborado por Ecoembes para conocer los hábitos en cuanto a separación y reciclaje de los ciudadanos. Estudio al que se hace referencia dentro de la documentación del nuevo Plan Integral Municipal de Residuos que intentará darle la vuelta a éste, y otros hábitos con la aplicación en cinco años de una treintena de medidas con un coste que ronda los trece millones de euros. El Plan acaba de finiquitar su proceso de elaboración en Emulsa y ahora dará el salto al Ayuntamiento para la tramitación oficial
En este informe de Ecoembes entre quienes confiesan que no clasifican los residuos la pereza es el argumento del 44% de los encuestados y la falta de espacio de otro 40%. Pero aunque los porcentajes cuantitativos no son tan altos también es motivo de reflexión el hecho de que un 12% diga que no lo hace por desconocimiento y otro 4% por desconfianza. Nadie se suma a las opciones que tienen que ver con la lejanía de los contenedores o la colisión con puestos de trabajo.
¿Desconocimiento? Parece increíble cuando la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente (Emulsa) tiene un gasto anual medio de 40.000 euros en campañas de concienciación e información pero la misma encuesta evidencia que el 51,61% de los vecinos no son conscientes de este tipo de campañas. O por lo menos no las recuerdan. Sólo están al tanto de su existencia el 48,39%: menos de la mitad. Un tanteador pésimo.
Todo esto pese a que más del 85% de los encuestados aseguran que le dan mucha (60,5%) o bastante (25%) importancia al reciclaje de residuos y que casi al 80% -exactamente un 79,84%- asegura que hace una separación de residuos en sus casas. Un porcentaje, que se indica en el propio documento de análisis, "parece no coincidir con los resultados reales de residuos destinados a reutilización y reciclaje".
Puntos limpios
La última memoria de sostenibilidad de Emulsa, con los datos al cierre de 2017, cuantifica en 125.566 toneladas el volumen de residuos urbanos. De ese total, 31.810 se destinaron a reciclaje o reutilización. Cada gijonés recicló 116,01 kilos, que supusieron un 25,3% de todos los residuos recogidos. Un incremento del 6,5% respecto al anterior registrar pero que está aún muy lejos del 50% fijado para 2020 por la Unión Europea y que obliga a esos cambios normativos y de planificación que tiene en marcha el Ayuntamiento de Gijón.
El Plan de Residuos también hace mención a la encuesta de satisfacción realizada por Emulsa el año pasado entre más de 2.000 ciudadanos. El 90% de los gijoneses están satisfechos o muy satisfechos con el trabajo de la empresa de limpieza y recogida de basura, sobre todo de su personal. pero hay alguna queja. La principal es el descontento con el estado de mantenimiento de los contenedores en la calle.
Por otro lado el 84,42% de los ciudadanos se muestran satisfechos con la recogida selectiva que realiza Cogersa y la mayor tasa de ciudadanía satisfecha se encuentra en el distrito Sur. La zona rural es la más insatisfecha. En cuanto al perfil de usuario de los cuatro puntos limpios de Gijón , el 49% son pequeñas empresas y el 51% ciudadanos y el 94.36% de los usuarios se encuentran satisfechos o muy satisfechos.
