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Carmen Méndez Tuya | Presidenta de la Hermandad del Rocío

"El Rocío es una juerga, pero santa: se canta y se baila, pero también se reza"

"Para formar una hermandad hay que seguir un protocolo complicado; nosotros empezamos hace veinte años y somos la única de Asturias"

Carmen Méndez Tuya, presidenta de la Hermandad del Rocío. MARCOS LEÓN

- Defínase por favor.

-Nací en Gijón (1949), segunda de cinco hermanos. Todo el mundo me conoce por Maca. Soy trabajadora, alegre y positiva. Estoy jubilada. Estudié decoración en Madrid en la Escuela IADE y toda mi vida me dediqué a esta profesión en el estudio de la calle Covadonga. Estoy casada y tengo dos hijos, chico y chica.

- ¿Cómo surgió su devoción por la Virgen del Rocío?

-Siempre me gustó caminar. Hice cinco veces el Camino de Santiago, peregriné cuatro o cinco a Covadonga, también a Liébana, a Limpias, a San Andrés de Teixido... Tenía muchas ganas de ir al Rocío, lo que pasa es que al Rocío tienes que ir con alguien, y no encontraba ocasión. Fue cosa de mi hermano, que toca la guitarra y un día me dijo que estaba metido en un coro rociero. Para formar una hermandad hay que seguir un protocolo complicado. Tienes que reunir una asociación pública de fieles en una iglesia, hay que conseguir que el Obispado te acepte y luego, pasados cinco años, esperar que el Obispado te ratifique porque todo va bien. Era Carlos Osoro el arzobispo, y hace diez años fue el pregonero del triduo que se oficia antes de salir, y lo nombramos cofrade de honor. Enviamos ese papeleo a Almonte y nos respondieron que nos aceptaban como hermandad no filial. Hay ciento dieciocho hermandades filiales. Y no filiales somos treinta, pero todos los años se admiten dos, así que esperamos cambiar de categoría pronto.

- ¿Cuándo se formó la hermandad?

-Hace veinte años, y somos la única que hay en Asturias. Hubo otra que se llamaba Hermandad del Principado de Asturias, pero desapareció. Yo me apunté enseguida a ésta.

- ¿Cuántas personas la integran?

-Setenta y pico. Si contamos los niños, salen más.

- ¿Va todos los años al Rocío?

-Sí, dos veces. Nosotros marchamos este lunes, y el miércoles salimos con la hermandad madrina, que es la de Bormujos, de Sevilla, hacia el Rocío. Hay setenta kilómetros y lo hice varias veces andando.

- ¿Cuándo se celebra su fiesta, la de la Virgen del Rocío?

-Es variable. Coincide con el domingo de Pentecostés. La Virgen la sacan el domingo por la noche y la llevan por el pueblo hasta la madrugada.

- ¿No es una juerga?

-Sí, pero santa. Se canta, se baila, pero también se reza. El año pasado vimos a una monjina vieja bailando con un sacerdote... Y las otras monjas cantaban tocando palmas. Era emocionante. La gente piensa que es una fiesta de borrachos, pero no, la mayor parte de los peregrinos van por devoción. Se pasa bien, pero no es éste el principal motivo.

- ¿Dónde se alojan?

-Alquilamos una casa, y la compartimos con otros peregrinos para aliviar gastos. Una casa puede costar siete mil euros una semana, y nosotros somos una hermandad pobre. Dormimos en literas, como en los colegios.

- ¿Cuántas personas se juntan?

-Dicen que hubo fechas que llegaron al millón, pero desde la crisis se nota que acuden menos. Ahora hay autobuses lanzaderas, que la gente lo toma para ir, y vuelven a dormir a su casa.

- ¿Qué es lo más importante del Rocío?

-El camino, y la llegada a la aldea. Entramos con la hermandad madrina, que es la de Bormujos. Nos reciben por orden de juventud, o sea, las primeras las hermandades más nuevas. El sábado nos ponemos nuestras mejores galas de gitana; los hombres, de corto. Delante va el tambor y luego la carreta, y detrás los peregrinos cantando y bailando hasta llegar a la ermita; suben los bueyes por una rampa que ponen para saludar a la Virgen y cantamos la salve y se toca el himno nacional. Esto empieza a las diez de la mañana y acaba de madrugada. Y el domingo, todos a misa. Este año la va a celebrar el cardenal Osoro, junto con el obispo de Huelva. Esta misa empieza a las diez de la mañana y acaba a la una.

- ¿Tres horas...?

-Es que van los ciento y pico "sin pecados"...

- ¿Los qué...?

-Se llaman así porque la Virgen es sin pecado concebida. Son un estandarte. Los hay que son verdaderas joyas, los llevan los presidentes de cada hermandad y se colocan en primera fila. El altar está en medio, y el público llena la explanada. Acuden muchos sacerdotes que llevan las hermandades. Pero entre que habla el obispo, canta el coro, tienen que jurar ante la Biblia todos los hermanos mayores los estatutos de las hermandades, la comunión es eterna...

- ¿No quedáis agotados?

-Sí, pero es muy bonito. Por la noche se reza el rosario que dura hasta las dos de la mañana y ves cosas que te emocionan. La gente canta lo que quiere. Hay que vivirlo, no se puede contar.

- ¿En qué van hasta Sevilla?

-En avión. Luego vamos a dormir a Bormujos. El miércoles ponemos el mantón, la flor y la peineta y emprendemos la marcha.

- ¿Cuándo se apareció la Virgen?

-En el siglo XV. Las Rocinas era un coto de caza en la marisma, un hombre estaba por allí con sus perros y éstos de pronto empezaron a ladrar, y el cazador penetró entre los zarzales y vio una imagen de la Virgen, de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era bellísima. El hombre cargó con ella para llevarla a Almonte, pero la fatiga le venció en el camino quedándose dormido. Al despertar la imagen había desaparecido. Entonces dio la vuelta y la encontró en el mismo sitio donde la había descubierto. Corrió a contarlo al clero de Almonte. Fueron al lugar, y en efecto todos pudieron comprobar que la imagen estaba intacta pese a sufrir las inclemencias de la intemperie. Le hicieron una ermita y un altar, y el tronco donde se apoyaba le sirvió de peana. La llamaron la Virgen de las Rocinas.

- ¿Cómo se sostiene su hermandad?

-Con una cuota de seis euros al mes cada socio.

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