Nicolás de Abajo Martínez, gijonés de 47 años, fue nombrado el pasado mes de marzo Research Center Leader de Arcelor-Mittal, cargo que ocupará a partir del próximo uno de julio, haciéndose cargo de los 12 laboratorios de I+D del grupo siderúrgico y teniendo bajo su mando a 1.400 investigadores.
Creativo, innovador, disruptivo, visionario, con una capacidad innata de liderazgo y una intensa dedicación al trabajo, se hizo cargo en 2008 del Centro Global de I+D que Arcelor-Mittal creó por entonces en Asturias y actualmente es el director de I+D de Arcelor-Mittal en España, dirigiendo los tres centros activos de la multinacional en España. Empezó en 2008 con 25 trabajadores, pero con la convicción de que podían multiplicar esa cantidad y acabar dando servicio a todo el grupo. Y su convicción se hizo realidad. Hoy ese centro cuenta con 250 personas y apoya a 70 plantas de Arcelor por todo el mundo.
Su forma de ver las cosas le ha llevado al sitio adecuado. "Le gusta hacer cosas nuevas y cuestionar lo que se da por hecho y por eso está ahí", señalan quienes le tratan más de cerca cuando reflexionan sobre su trayectoria.
Para trabajar a su lado hay que seguirle el ritmo, para desarrollar todas las ideas que le van surgiendo. Además ha creado un estilo de trabajo que a priori parecería más propio de compañías tecnológicas que de una industria pesada. Así el centro de I+D cuenta con salas con futbolines, espacios abiertos de trabajo con moqueta que imita césped o cafetería con enormes carteles de películas de cine, para crear un ambiente desenfadado, en el que favorecer que surjan las ideas.
Su forma de entender la innovación y su capacidad de convicción le llevaron a conseguir que Arcelor se interesara en investigar incluso sobre cuestiones que inicialmente no tenían relación con el mundo del acero, pero que estaban marcando tendencia y podían llegar a influir, como el grafeno o el internet de las cosas. Cuestiones que cuando las planteó les parecían un sueño a algunos de sus colaboradores, aún así convencidos por su capacidad de liderazgo de que estaba en el buen camino. Una forma de trabajo que llegó a merecer la atención directa del propio Laksmi Mittal, quien visitó el centro de I+D asturiano.
En cuanto a sus aficiones, es un cinéfilo que no sólo le gusta ver cine, sino que también entiende de cine y la lectura de cómics es otra de sus pasiones, con Batman -el superhéroe armado con inventos y nuevos desarrollos tecnológicos- como su favorito.
El nuevo directivo mundial de Arcelor tiene sus orígenes familiares en León, en la zona de El Bierzo. Su familia se trasladó a Gijón por motivos laborales. Es hijo único y estudió en los Jesuitas antes de cursar ingeniería industrial en la Universidad de Oviedo, graduándose en electrónica automática en 1994 y doctorándose posteriormente, en 2001, con un trabajo sobre herramientas de inteligencia artificial y modelos hídricos para líneas industriales de recubrimiento. Su formación incluye dos másteres, uno técnico y otro de gestión empresarial.
Salvo unas prácticas en Hidrocantábrico, su trayectoria profesional está ligada en su totalidad a Arcelor, donde comenzó a trabajar en 1997 en el área de I+D de la compañía. Durante varios años compatibilizó su labor en la siderúrgica con la de profesor asociado de electrónica en la Universidad de Oviedo, donde impartió clases por cinco años hasta que su ascenso para dirigir el Centro Global de I+D le llevó a dejar el magisterio. El motivo es que su trabajo le obliga a viajar frecuentemente, teniendo que pasar varias semanas al mes fuera de Asturias. Además de español, habla con fluidez inglés y francés y también tiene conocimientos de alemán.
Su cercanía al mundo universitario sigue existiendo pese a que hace años que ya dejó la docencia. También fue presidente durante varios años de la Fundación ITMA, cargo que abandonó en 2016. Aunque no la relación, actualmente es patrono de honor de la fundación.
